La Fiscal General de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, realizó este miércoles una rueda de prensa en la Escuela Nacional de Fiscales, luego de una falla eléctrica en la capital del país sureño, Caracas, que también afectó la sede oficial del Ministerio Público.
Redacción El Político
Ortega condenó las 55 muertes en las protestas contra el presidente Nicolás Maduro: "Condenamos la violencia venga de donde venga. No es momento para utilizar la muerte de manera política". Informó que hasta los momentos 1.000 personas han sido lesionadas, 346 bienes públicos y privados, fueron saqueados o quemados.
Indicó que en Barinas, estado natal de Hugo Chávez, descendió la violencia, pero dejó 7 personas muertas desde el lunes.
Aseveró que el descontento social en el país es producto de la severa crisis que hoy en día vive Venezuela: "2.664 personas imputadas por homicidios, saqueos, lesiones, hurtos y otros delitos, 284 han sido privadas de libertad".
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Además, resaltó que la muerte del joven Juan Pernalete, quien falleció el pasado 26 de abril , fue por una bomba lacrimógena y no por una pistola de perno, como lo había informado el diputado chavista, Diosdado Cabello.
"Es letal disparar (una bomba lacrimógena) directamente a la persona. Está prohibido. Puede producir la muerte", dijo.
Destacó que el ministro para la Comunicación e Información, Ernesto Villegas, juntó al diario Últimas Noticias y el canal del Estado Venezolana de Televisión (VTV), mintieron ante una información tan importante.
La fiscal general del país caribeño dijo que más de la mitad de las personas lesionadas lo han sido por acción de los cuerpos de seguridad del Estado.
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Enfatizó que es necesario el desarme de la población, ya que tienen 165 investigaciones abiertas por violencias de grupos civiles armados.
Cabe destacar que VTV no asistió a dicha rueda de prensa.
Nicolás Maduro, quiere sustituir a Luisa Ortega Díaz, luego de no estar de acuerdo con una Asamblea Constituyente impuesta por el Gobierno venezolano.
El jefe del Estado señaló que hacía falta un fiscal que cumpliera las órdenes que daba a favor de la revolución.