Los hindúes en Bangladesh, considerados por muchos como simpatizantes de la primera ministra destituida en una revuelta popular, estaban sufriendo violentas represalias el miércoles. Esto ocurre en un país de mayoría musulmana que espera la formación de un nuevo gobierno tras un mes de disturbios.
La ex primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, huyó del país el lunes después de que una violenta represión no lograra sofocar una insurrección nacional contra su gobierno.
Mientras miles de manifestantes celebraban su destitución esa tarde, empezaron a surgir informes de represalias contra miembros de su partido, la Liga Awami, y contra quienes eran considerados sus aliados, incluida la minoría hindú del país, donde el 90% de la población es musulmana.
Además de atacar las oficinas del partido y las casas de sus miembros, los alborotadores agredieron a los hindúes, incendiando sus viviendas y destrozando templos, según testigos y medios de comunicación locales.
El temor a que se produjeran más ataques se amplificó ante la ausencia de un gobierno establecido y la retirada de las fuerzas de seguridad en muchas partes del país.
“Volvemos a estar en el punto de mira”
Prionthi Chatterjee, una estudiante hindú de Dhaka, la capital, dijo al New York Times que los musulmanes habían atacado a su familia en su casa de la región meridional de Bagerhat, matando a su padre y dejando a su madre con heridas en la cabeza.
“Mi padre era un profesor inocente”, declaró al diario estadounidense, añadiendo que sus padres intentaron pedir ayuda al ejército y a la policía, pero que nadie respondió. No fue posible verificar de forma independiente los detalles del episodio.
Según el artículo de la BBC, Avirup Sarkar, un hindú bangladesí, relató que la casa de su prima en Dhaka fue atacada por una turba de aproximadamente 100 personas armadas con palos. La multitud vandalizó muebles, un televisor, accesorios de baño y puertas, y se llevó todo el dinero y las joyas antes de irse sin causar daño a ninguno de los 18 residentes, que incluían varios niños de siete familias. La turba gritó a los ocupantes: "¡Son descendientes de la Liga Awami! Este país está sufriendo por su culpa. Deberían abandonar el país".
Sarkar expresó su incredulidad pero también señaló que no estaba del todo sorprendido por el incidente. Explicó que las minorías hindúes en Bangladesh a menudo son percibidas como partidarias del secular Partido Liga Awami y son frecuentemente atacadas por los oponentes en un país donde el Islam es la religión estatal. Sarkar comentó: "Los hindúes en Bangladesh son un blanco fácil. Cada vez que la Liga Awami pierde el poder, son atacados".
Preocupación de los defensores de DDHH
Los ataques contra la comunidad hindú en Bangladesh no son un fenómeno reciente. Según Ain o Salish Kendra, una organización local de derechos humanos, se han registrado “al menos 3.679 ataques contra hindúes entre enero de 2013 y septiembre de 2021”.
Amnistía Internacional ha señalado que estos ataques reiterados evidencian que el Estado no ha cumplido con su responsabilidad de proteger a las minorías.
Meenakshi Ganguly, subdirectora para Asia de Human Rights Watch, expresó que los informes sobre la violencia contra los hindúes son “extremadamente preocupantes”. Indicó que estos ataques parecen estar motivados por el apoyo tradicional de la comunidad hindú hacia la Liga Awami, el partido en el poder. Además, subrayó que los bangladeshíes han salido a las calles para demandar el fin del autoritarismo, y que estos ataques socavan sus legítimas exigencias de derechos humanos.
El restablecimiento de la ley y el orden será uno de los retos inmediatos del economista premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus, nombrado por el presidente de Bangladesh para dirigir un gobierno provisional. Se espera que sus miembros sean anunciados en los próximos días.
Antes de regresar al país, Yunus efectuó un llamado a “la calma”.
“Estén tranquilos y prepárense para reconstruir el país. Si tomamos el camino de la violencia, todo será destruido”, indicó en un comunicado.