Murphy Hsu es taiwanesa, contadora pública de 28 años y habla sobre lo que ha escuchado de sus múltiples clientes en el último año: “Personalmente, no veo ningún problema en hablar sobre mi postura política. Tengo contacto con muchas personas por mi trabajo como contadora y lo que escucho entre mis clientes, personas de entre 25 y 70 años, es cansancio generalizado de las alternativas azules y verdes”.
El Político
La joven se refiere a las opciones que encabezan esta elección: de un lado, el Partido Progresista Democrático (PPD), en el poder, y, del otro, Kuomintang (KMT), principal agrupación de oposición y promotora de un acercamiento con China.
Taiwán estaba el viernes ya en la recta final para abrir las urnas y permitir que cerca de 20 millones de personan elijan un nuevo presidente y un nuevo Parlamento, Pero, más allá de eso, en el centro de estos comicios, se votará por cuál camino tomará la relación con China y hacia dónde va uno de los sistemas democráticos más jóvenes y mejores calificados para la región de Asia en el índice de democracia de The Economist .
Tsai Ing-wen, actual presidenta de Taiwán, ha liderado el Ejecutivo durante ocho años y su actual vicepresidente, William Lai, está en la contienda por sucederla. Ambos miembros del PPD.
“Su gobierno ha sido el más progresista desde que hay elecciones. Llegó con un perfil más cívico y académico que político. Esto se ha visto reflejado en el tipo de leyes y decisiones que se han aprobado en estos ocho años. Ella representa la lucha por la identidad taiwanesa alrededor del mundo”. afirma Raquel León de la Rosa, directora del Observatorio de la Política China.
Durante su gobierno, Tsai Ing-wen enfrentó la pandemia de Covid-19 y se convirtió en “un modelo a nivel internacional”, señala León de la Rosa.
Sobre esto, un representante diplomático de gobierno, que pidió no ser citado, reconoce que “la isla ya tenía una experiencia previa con la epidemia de SARS de 2003 y se había entendido cómo actuar". Por eso, "nos apresuramos a cerrar las fronteras y a priorizar la tecnología abierta para luchar contra el virus”.
Este país logró suprimir entre abril y mayo de 2020 la transmisión del virus en su territorio, mientras que a menos de 180 km, en China continental, las imágenes de salas de emergencia colapsadas y comunidades confinadas dieron la vuelta al mundo, gracias a las vigiladas redes sociales.
En la orilla contraria, el candidato del KMT y actual alcalde de Nueva Taipei, Hou Yu-ih, aboga por una “vía intermedia” de acercamiento con Beijing. “El camino intermedio es lo mejor y usaré el diálogo para minimizar riesgos”. Además, este expolicía afirmó en los mítines de cierre que apostará por la estrategia de las 3D (disuasión, diálogo y distensión) para “preservar la paz” en el estrecho de Formosa, que separa a Taiwán de China continental. Su popularidad ha venido creciendo en los sondeos y encuestas desde octubre pasado, pero se mantiene aún con distancia del oficialismo.
En 30 años, este territorio pasó de ser una dictadura militar anticomunista a un sistema democrático modelo. Un contraste con su vecino. “No hay país que valore más su democracia, por lo que le costó conseguirla y porque actúa como imagen de marca frente a la China que intenta ensombrecerla” afirma Adrián Foncillas, corresponsal de France 24 en China y enviado especial a Taipei.
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