El presidente ruso Vladimir Putin está cumpliendo con su promesa de reducir el papel del dólar estadounidense en el comercio internacional, reseñó Bloomberg.
El Político
Las reporteras Sandy Hendry y Natasha Doff reseñan que Jean-Claude Juncker, presidente saliente de la Comisión Europea, aegura que es "absurdo" que Europa utilice la moneda verde para el 80% de las importaciones de energía. El presidente chino Xi Jinping se ha opuesto al "hegemonismo" económico. ¿Puede el poderoso dólar mantener su dominio mundial cuando es atacado por tantos bandos?.
Lea a continuación datos claves íntegros de Bloomberg en torno a esto:
1. ¿Por qué algunos están hartos del dólar?
Porque es muy común. La moneda estadounidense se encuentra cerca del 90% de todas las transacciones de cambio de divisas y representa dos tercios de la deuda internacional. Casi todas las transacciones internacionales de petróleo tienen precios en dólares, de ahí el término petrodólares. Esa ubicuidad hace que las naciones estén en deuda con las fluctuaciones de su valor y vincula sus economías a las decisiones tomadas en Washington. Como ha insinuado Juncker, tiene sentido que los países europeos paguen sus necesidades energéticas en euros en lugar de en dólares. Luego están los países que se equivocan de lado de la política estadounidense.
2. ¿Cuál es el problema?
Sanciones. El apalancamiento de Estados Unidos reside en el papel central que sus bancos y el dólar desempeñan en la economía mundial; cualquier país, empresa o banco que viole las sanciones podría ver sus activos con sede en Estados Unidos bloqueados o perder la capacidad de mover dinero hacia o a través de cuentas mantenidas en Estados Unidos. Y los líderes europeos comenzaron a trabajar en un sistema de pagos que permitiría a sus empresas hacer negocios con Irán sin problemas, aunque el progreso ha sido lento.
3. ¿Es la preocupación por el dólar una cosa nueva?
La moneda estadounidense ha dominado desde el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando los líderes mundiales se reunieron en Bretton Woods, New Hampshire, para establecer un sistema de gestión de divisas y acordaron vincular sus monedas al dólar. El impulso para reducir el dólar tiene sus orígenes, en parte, en la crisis monetaria de 1998, cuando las naciones asiáticas se vieron atrapadas tomando demasiados dólares prestados y cayeron en recesión a medida que sus monedas caían en picada y los pagos de la deuda se dispararon. El rápido avance de una década, y la acumulación de dólares en Asia para acumular reservas de divisas ayudaron a alimentar un atracón de crédito en Estados Unidos que desencadenó la crisis financiera mundial. En 2010, Brasil, Rusia, India y China crearon la asociación BRIC con el objetivo de establecer un nuevo orden mundial. Más recientemente, China ha puesto su peso en el desarrollo de una ruta comercial "Belt and Road" a través de Asia y Europa con proyectos de infraestructura financiados en monedas locales. Esos esfuerzos se aceleraron después de que Estados Unidos generó una guerra comercial.
4. ¿Se está reduciendo la cuota de mercado del dólar?
No. La encuesta trienal del Banco de Pagos Internacionales mostró que la participación de las operaciones de divisas en dólares había aumentado marginalmente desde 2016 al 88%. La participación del euro subió un punto porcentual hasta el 32% en 2019. Las divisas de los mercados emergentes subieron 3,5 puntos hasta el 24,5%, sobre todo a expensas del yen, mientras que el yuan chino representó el 4%, igual que en 2016. La proporción de reservas de divisas en dólares (alrededor del 62%) se ha mantenido estable durante la última década, mientras que el uso del dólar en los pagos mundiales rastreados por las instituciones financieras ha aumentado desde el comienzo de la década.
5. ¿Por qué es tan difícil deshacerse del dólar?
Demasiadas molestias. El paso al euro, al yuan o al rublo implica mayores costes y dificultades para encontrar bancos que se ocupen de los negocios. El atractivo del euro como moneda para respaldar el comercio y la inversión apenas se ha visto potenciado por la crisis de la deuda soberana de la región en 2010 y el uso de tipos de interés negativos por parte del Banco Central Europeo. La volatilidad y el escaso volumen de las divisas emergentes provocan un aumento de los costes de negociación y de cobertura. El primer año de diversificación de Rusia, que se alejó del dólar, ilustró otro peligro: En un período fuerte para el dólar, el país perdió 7.700 millones de dólares en rendimiento potencial de sus reservas de divisas al realizar esta maniobra económica.
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Fuente: Bloomberg