Agentes de la Policía Nacional españoles que investigan a bandas criminales en Guatemala explicaron hoy ante la Justicia de España que hay indicios que apuntan a "asesinatos extrajudiciales" de reos fugados entre 2005 y 2006, pero no pueden asegurar la participación del exministro Carlos Vielmann.
La Audiencia Nacional española celebró hoy la segunda sesión del juicio contra el exministro de Gobernación de Guatemala Carlos Vielmann por crear un cuerpo policial clandestino que asesinó entre 2005 y 2006 a ocho presos que causaban problemas a las autoridades guatemaltecas.
Unos hechos por los que la fiscalía española pide una pena de 160 años de cárcel para el exmandatario, que el martes negó en el juicio cualquier relación con estas muertes.
Los miembros de la Policía Nacional española que testificaron hoy participaban en las labores de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), en apoyo al Gobierno del país, investigando la existencia de estructuras criminales insertas dentro de los cuerpos de seguridad e instituciones del Estado.
Estos han relatado que durante la toma de la Granja Modelo de Rehabilitación Pavón, controlada por un grupo criminal, y en la captura de los presos fugados del centro conocido como "Infiernito", se produjeron "muchas irregularidades" que ponen en duda la versión ofrecida por los cuerpos de seguridad que allí intervinieron.
El informe distribuido oficial habla de un "enfrentamiento" entre la policía y los presos en la toma de la Granja Modelo, que explica la muerte de siete de ellos, y aporta fotografías de los cadáveres de los reos junto a los fusiles y granadas que utilizaron para ofrecer resistencia.
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Sin embargo, tras revisar la documentación aportada en los informes policiales después de la operación, los agentes españoles consideran que existen indicios suficientes para creer que se produjeron "asesinatos extrajudiciales" que los cuerpos de seguridad del país trataron de ocultar.
"Los cadáveres tenían fusiles junto a ellos que no funcionaban, además de cartuchos y casquillos de bala que no servían para los modelos de arma que supuestamente habían utilizado", han explicado los policías españoles.
Además, han hecho referencia a una lista que portaban los agentes que intervinieron en la toma de la Granja Modelo, que servía para que una vez que el centro estuviera controlado, pudiesen "identificar y separar a ciertos presos", que coincidían, en su mayoría, con los que luego fueron hallados muertos.
"Los informes forenses dicen que los disparos en los cadáveres habían sido realizados a poca distancia, al tiempo que tenían marcas de esposas en las muñecas", han dicho.
Además de estos siete presos, la fiscalía atribuye a Vielmann la muerte de otro reo que se escapó de la cárcel "Infiernito" y que fue hallado muerto en el asiento del copiloto de un coche.
Con información de: EFE