Todos los partidos españoles, incluido el PP de Mariano Rajoy, votarán ante el Parlamento valenciano por una propuesta para solicitar a la exalcaldesa Rita Barberá a abandonar su escaño en el Senado.
Dailyn Sánchez/El Político
La senadora del PP aceptó el pasado miércoles darse de baja en el partido, pero se niega rotundamente a renunciar a su escaño, que le pertenece hasta las próximas elecciones autonómicas.
Los populares le rogaron a Barberá que se retirara por su propia cuenta, pero al ver que la exalcaldesa hizo caso omiso, estos votarán por la propuesta presentada en las Cortes valencianas.
El texto, firmado por los portavoces parlamentarios del Grupo Popular, Podemos, Ciudadanos, Compromís y el PSOE, insta a la exalcaldesa a "renunciar a su acta de senadora para salvaguardar la dignidad de la representación de los valencianos y valencianas".
La presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig, ha presentado, además, otra resolución que insta a "buscar mecanismos para que, en caso de interés general o causa judicial, se articulen medidas para revisar o remover nombramientos de cargos públicos".
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Bonig aseguró este jueves que hubiera sido "mucho mejor" que Barberá, además de darse de baja en el PP, hubiese renunciado a su acta de senadora. Por otro lado, la líder de los populares valencianos cree que renunciar al escaño no habría supuesto "un reconocimiento de culpabilidad", sino una "salida digna" a la "brillante trayectoria de Rita Barberá, con sus luces y sus sombras". Este caso ha generado una notoria división en el partido.
Tras el auto del Tribunal Supremo que le abre causa por presunto blanqueo de capitales en el PP valenciano, el partido pidió a la exalcaldesa que diera un paso atrás, pero Barberá, según fuentes de la dirección del PP se resistió hasta el último minuto, hasta el punto de que el pasado miércoles, convocaron al comité de derechos y garantías para darla de baja en el partido si ella no aceptaba irse voluntariamente. Finalmente, Barberá hizo llegar al PP un comunicado en el que expresaba su voluntad de darse de baja en el partido, no así de dimitir en el Senado, algo que "podría entenderse como una asunción de culpabilidad".
Con información de El País
