No hacia falta que la mujer les dijera a los policías que la detuvieron que "tuve un mal día". Con ver los destrozos que había causado era suficiente evidencia. Es que una mujer, enfurecida, porque no le quisieron cambiar el aparato de celular que estaba roto, a pesar de estar en garantía, decidió estrellar la camioneta contra el frente del local.
Sucedió el miércoles pasado en Palm Springs, en la Florida, cuando Shinobia Montoria Wright entró al local para pedir que le cambiaran su iPhone roto, según el informe policial. "Es mi cumpleaños, y si no me reemplazan el teléfono me voy a enojar mucho", le dijo al encargado. Según el hombre, la joven de 26 años no tenía el mejor de los aspectos posibles, y parecía estar intoxicada.
El encargado no le prestó atención y Write se retiró; presumiblemente, a celebrar su cumpleaños. Regresó al día siguiente, jueves, y esa vez no entró por la puerta de la tienda: según se denunció, estrelló su Nissan Armada 2005 contra la vidriera. Entonces se bajó y comenzó a romper todos los exhibidores de vidrio con la escobilla del limpiaparabrisas; cuando un empleado intentó evitar que pasara a una zona cerrada a los clientes, lo golpeó con las manos en el cuello.
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Ese empleado, otro que se hirió una rodilla y Wright terminaron en JFK Medical Center de Atlantis. Contra lo que suponía el encargado, y aunque estaba igualmente malhumorada, la mujer no había consumido alcohol o drogas; la evaluaron antes de operarla por las heridas que se causó en el antebrazo al apalear los vidrios.
Los daños, valuados en 30.000 dólares, que causó a T-Mobile los hizo sobria, con el furia interna alimentada por su propia bronca. "Me molestó que me obligaran a pagar por otro teléfono, aunque yo tenía seguro", dijo a la policía. "Tuve un mal día".
La mujer ahora enfrenta cargos de agresión agravada, asalto y delito contra la propiedad por más de 1.000 dólares, además conducción imprudente. También se la sometió a una prueba de salud mental.
Con información de: La Capital