La canciller alemana, Angela Merkel, reivindicó este miércoles el papel de la Unión Europea (UE) en un mundo globalizado y abogó por que el bloque se concentre en ciertos temas, para ser más rápido, y que cumpla lo pactado, para recuperar la confianza de la ciudadanía.
Merkel realizó estas declaraciones al intervenir en un foro empresarial en Berlín, en el que defendió también su gestión en la crisis de los refugiados como una cuestión de valores y principios, y su apuesta -pese a los críticos- por el futuro acuerdo de libre comercio e inversiones con Estados Unidos, el llamado TTIP.
"Necesitamos la UE como actor común en las preguntas grandes sobre la evolución del mundo", aseguró la canciller tras referirse a los retos como las migraciones masivas, las crisis y conflictos en Siria y Ucrania, o el débil crecimiento económico en el continente.
En este contexto, la jefa del Gobierno alemán consideró que la UE no debe perseguir ahora grandes "visiones" o "cambios de los tratados" fundamentales de la UE.
A su juicio, el bloque "debe ser más rápido" en "algunas decisiones", y destacó a modo de ejemplo la gran diferencia entre la velocidad de los avances tecnológicos y el desarrollo legal comunitario en este área.
Además, instó a los socios a "implementar lo acordado" porque los incumplimientos hacen "desconfiada a la gente" y cumpliendo se recupera la "credibilidad" frente a la ciudadanía.
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Gran parte de las grandes cuestiones actuales, agregó, tienen que ver con el grado de apertura que desea tener un país, como demuestran las cuestiones sobre los tratados de libre comercio que se están negociando y las reacciones ante las personas que llegan a Alemania "en busca de protección".
En este punto, destacó que el "brexit", la decisión de Reino Unido de abandonar la UE, es "un primer paso hacia una menor integración" y recordó que la negociación no empezará hasta que Londres no active el artículo 50.
A este respecto, Merkel subrayó que el "acceso completo" al mercado común está ligado a "las cuatro libertades fundamentales" del bloque, lo que incluye también "la libre circulación de personas", frente a la que Londres recela.
Esta "reciprocidad" es necesaria, argumentó la canciller, porque si no se pondría en duda un pilar "sistémico" de la UE, lo que provocaría una "situación extremadamente difícil".
Con información de EFE