Según la coyuntura del momento, inclinarse hacia Brasil o apoyarse más en Argentina, fue la forma de supervivencia en la región que encontraron los gobiernos de Uruguay, entre dos naciones que imponen sus reglas y dominan en lo económico.
Las afinidades ideológicas también jugaron, pero no siempre fueron garantía de buenas relaciones.
Sin embargo, la actual crisis del Mercosur deja a Uruguay solo en el barrio. Con el nuevo gobierno de Brasil hay un duro enfrentamiento por la situación de Venezuela.
Con Argentina, las relaciones bilaterales han mejorado, pero en el actual diferendo, el gobierno de Macri comparte la posición de Brasil y Paraguay de no permitir que Venezuela asuma la presidencia pro témpore del Mercosur. Uruguay quedó aislado.
Al estribo Durante el gobierno de José Mujica la apuesta fue clara. El presidente pidió subirse "al estribo de Brasil" y se trabajó para formar equipos en la cancillería y en el ministerio de Industria, para mejorar la interrelación de las empresas y que intervinieran rápido apenas, por ejemplo, un camión fuera trancado en la frontera. También funcionó la integración eléctrica.
Con Brasil, uno de los principales mercados de Uruguay, las compras y ventas están equilibradas y además se exportan productos manufacturados que implican mano de obra.
En lo político, una especie de enamoramiento de Tabaré Vázquez con Inacio Lula da Silva y de José Mujica ,con Lula primero y con Dilma Rousseff después, mantuvo a Uruguay en la última década mirando permanentemente al norte.
Del otro lado, Argentina, gobernada desde 2003 por los Kirchner, apostó al proteccionismo. En un principio se creyó en el gobierno frenteamplista que el pensamiento de izquierda facilitaría las cosas, pero eso no ocurrió.
Con Uruguay, en particular, el relacionamiento de Argentina fue duro por la ubicación de la pastera de UPM (exBotnia).
El caso lo llevó Argentina a la Corte Internacional de Justicia. La tensión había llegado a un punto, donde el presidente Tabaré Vázquez temió una incursión militar e incluso recurrió al presidente de EEUU, George Bush, buscando una señal de la potencia del norte para calmar los ánimos.
Mujica (2010-2015) obtuvo su primer logro internacional con el desbloqueo de los puentes (cortados por piquetes de activistas de Entre Ríos) , y aplicó con Argentina "una paciencia estratégica".
Luego de la pastera, vino el problema del dragado del canal Martín García, un intercambio de cartas públicas de los cancilleres y decisiones de Cristina Fernández de Kirchner que perjudicaron a los puertos uruguayos.
Una situación de alto estrés diplomático recuerda Uruguay en los años 50 cuando Domingo Perón dominaba y llegó a dificultar la llegada de turistas a las playas de este lado.
Cambio El año pasado el empresario Mauricio Macri ganó las elecciones.
La salida del kirchnerismo del poder permitió a Uruguay tirar abajo varias barreras proteccionistas y solucionar problemas bilaterales. Ambos presidentes se reunieron y elaboraron una lista de temas sobre los que trabajar.
Pero las diferencias entre Vázquez y Macri se dieron en el Mercosur.
Con Información de: El Observador