Un marroquí acusado de integrar una filial del grupo terrorista Estado Islámico (EI), Abdeladim. A., detenido en 2015 en Madrid, aceptó este jueves ser expulsado a su país de origen para evitar ser juzgado en España y enfrentarse a una pena de 10 años de cárcel.
La defensa del presunto yihadista llegó a un acuerdo con la Fiscalía y el acusado admitió los hechos: formar parte y gestionar una filial del EI destinada a la propaganda, captación y envío de personas a zonas de combate.
Abdeladim A., que se encontraba en prisión provisional desde su detención, aceptó la expulsión, con lo que evita ser juzgado en la Audiencia Nacional Española.
El marroquí, que no podrá volver a España en seis años, fue uno de los 14 detenidos en agosto pasado en una operación conjunta de la Policía española y la Dirección General de Vigilancia del Territorio marroquí, que se saldó con la desarticulación en Marruecos de una célula de captación y envío de combatientes extranjeros a Siria e Irak para integrarse en el Estado Islámico.
Según el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, al menos desde 2014 y hasta su detención en agosto de 2015, el acusado integró la citada red yihadista que actuaba en España, Marruecos y otros países.
Según explicaron los investigadores cuando desarticularon la red, tenía la intención de reeditar en Marruecos y en España las masacres perpetradas por EI.
El presunto yihadista vivía en la localidad madrileña de San Martín de la Vega con su mujer y sus tres hijos y viajó en varias ocasiones a Marruecos -la última un mes antes de su detención- a través de la ciudad española de Melilla (norte de África), donde operaba la célula.
Con información deEFE