Uno de los destinos más señalados como un paraíso fiscal, pidió el sábado que se aminore el ritmo de las reformas impulsadas por Bruselas para luchar contra el fraude fiscal y la evasión de impuestos, temiendo que esto pueda afectar a la economía europea.
"Debemos asegurarnos de que los países que podrían verse afectados por la puesta en marcha" de las reformas destinadas a luchar contra la evasión fiscal disponen de una determinada "certeza" respecto a la aplicación de estas medidas, declaró el ministro maltés de Finanzas, Edward Scicluna, a su llegada a una reunión de los 28 ministros de Finanzas de la UE en La Valeta.
Malta detenta actualmente la presidencia rotativa de la Unión Europea en el primer semestre del año y se supone que debe apoyar políticamente la agenda de la Comisión Europea en materia de lucha contra el fraude y la evasión fiscal.
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Sin embargo, el país del Mediterráneo presentó el sábado un documento titulado "Certidumbre fiscal en un entorno cambiante", en el que advierte contra una precipitación desmedida. "Es necesario disponer de tiempo para formular claramente, asimilar y aplicar una legislación así".
Una fuente europea consideró que era "sorprendente, sobre todo un año después del escándalo de los papeles de Panamá, ver a la presidencia maltesa titubenado, mientras que los Estados miembros y la Comisión se han puesto de acuerdo para una agencia fiscal ambiciosa".
Pero, para Scicluna, "es una mala interpretación decir que este documento está destinado a ralentizar las cosas".
"Creo que la presidencia maltesa tiene razón llamando la atención sobre el hecho de que no hay que ir demasiado rápido en esta dirección. Es importante que otras regiones del mundo (África del Norte, Asia) sigan más o menos el mismo ritmo y el mismo camino", apuntó por su parte el ministro belga de Finanzas, Johan Van Overtveldt.
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, mostró sus reservas frente a la iniciativa de Malta: "la seguridad jurídica vendrá de normas comunes en toda Europa, para reducir el fraude y la incertidumbre actual. No debe servir, en ningún caso, como excusa política para detenernos en el camino emprendido".