La ostentación viene acompañada de cierta irritación. Lejos de un circuito situado en el corazón de una ciudad, como el Gran Premio de Mónaco, la pista de Fórmula 1 de Miami, que es temporal, completada con arena importada para una playa falsa de unos 2.200 metros cuadrados, está ubicada más cerca del aeropuerto que de las luces de South Beach.
El Político
La ubicación se considera una especie de premio de consuelo para el propietario de los Miami Dolphins y del Hard Rock Stadium, Stephen Ross.
En 2015 intentó sin éxito comprar una participación mayoritaria en la F1, por lo que se volcó en traer la Fórmula 1 a Florida.
En un principio, Ross esperaba celebrar la carrera en el centro de Miami, hasta que se encontró con una fuerte resistencia por parte de los residentes de la ciudad, preocupados por la contaminación acústica y las molestias logísticas.
Primeros problemas para la Fórmula 1 en Miami
Desde el 2019 se invirtieron US$40 millones en la construcción de una pista personalizada en el estadio de la NFL en Miami Gardens.
Desde ese momento fueron varias las demandas que residentes de Miami Gardens presentaron para impedir la realización de la carrera en el circuito al rededor de Hard Rock Stadium.
Miembros de la clase trabajadora, expresaron su preocupación por el ruido ensordecedor de las carreras de autos y la logística de hacinamiento que supondría la invasión de su barrio por cientos de miles de turistas
Última demanda
Los vecinos de Miami Gardens, la zona en la que se encuentra el Hard Rock Stadium y donde se va a llevar a cabo el grueso del Gran Premio, han sido los que han impulsado esta demanda contra la prueba, reportó El Español.
Su argumentación se basaba en que los informes médicos que ellos manejaban aseguraban que los decibelios que se podrían alcanzar durante el fin de semana les podrían causar daños auditivos irreparables.
La celebración del Gran Premio ha estado en riesgo en las últimas semanas. Incluso ha habido protestas por parte de asociaciones y grupos de vecinos frente al Ayuntamiento de Miami Gardens. Los demandantes presentaron un estudio que hacía una estimación del ruido que podría generar el evento y que se elevaría hasta los 97 decibelios.
Esto penetraría en los hogares dentro de un radio de más de 4 kilómetros en la zona alrededor del estadio Hard Rock. Sin embargo, este informe ha sido obviado por el juzgado que se ha encargado del caso y que ha dado luz verde, anulando el valor de la demanda interpuesta.
Un privilegio para Miami
Mientras que los aficionados europeos, asiáticos y sudamericanos llevan mucho tiempo adoptando este deporte, los estadounidenses históricamente han bostezado cuando se trata de carreras al estilo de los grandes premios.
Miami es solo el undécimo lugar de EEUU en el que se disputa la F1 desde que comenzó en Silverstone (Inglaterra) en 1950; los circuitos que se probaron en lugares como Dallas, Detroit, Indianápolis, Long Beach (California), Phoenix, Sebring (Florida), y Watkins Glen (Nueva York) carecieron de poder de permanencia.
No ha ayudado a la popularidad el hecho de que EEUU no haya tenido un campeón mundial de F1, o incluso un piloto de F1 exitoso, desde que Mario Andretti ganó en 1977.
La escudería Haas F1, de propiedad estadounidense, se encuentra actualmente en la séptima posición entre 10 equipos en la clasificación de la temporada 2022.
Pero el surgimiento de varias carreras de F1 en suelo estadounidense, en Austin desde 2012 y, el próximo año, en Las Vegas, ha ayudado a construir una base de fanáticos. Al igual que ha mejorado la cobertura televisiva y la muy popular serie documental de Netflix “Formula 1: Drive to Survive”, que relata de cerca las rivalidades entre pilotos y equipos.
La Fórmula 1 con mucho interés en EEUU
El interés por la F1 en EE.UU. está en su punto más alto, según Google Trends. El 70% de los 400.000 asistentes a la F1 en Austin el año pasado nunca habían asistido a una carrera de F1, según los organizadores.
Mientras tanto, en Miami, la escena automovilística más vibrante de Florida, los clubes de autos y las boutiques que venden exóticos modelos usados han brotado como manglares.
Los paquetes de hospitalidad, tanto oficiales como independientes, para la carrera de Miami se agotaron hace tiempo.
Proliferan las escuelas de conducción influenciadas por las carreras y los brillantes libros de sobremesa que reviven los días de gloria de la Fórmula Uno.