Nada más acabar la investidura fallida de Mariano Rajoy, Pablo Iglesias le lanzó un hueso a Pedro Sánchez, proponiendo un acuerdo entre el PSOE y Unidos Podemos que lograra la abstención de Ciudadanos. Una semana después, se lo ha arrebatado sin contemplaciones.
"¿Se creen que somos idiotas?", le ha espetado, con un tono muy duro, en un mitin den Barakaldo sobre esa posibilidad, enterrando así cualquier esperanza que pudiera tener Sánchez de ser presidente del Gobierno en las próximas semanas."Ahora nos dicen que se puede recorrer un camino por la vía de los que defienden la restauración [en referencia a Rivera]. ¿Ustedes creen que es serio plantearle a la ciudadanía que es posible llegar a un acuerdo con el PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos cuando acaban de votarle la investidura al PP? ¿Qué se creen? ¿Que la gente es idiota?", ha afirmado Iglesias en un acto en el que ha arropado a la candidata a lehendakari de Elkarrekin Podemos, Pili Zabala.
"¿Ustedes se creen que se puede meter al equipo filial de la marca azul como un partido regenerador?", ha continuado el líder de Podemos, que ha defendido que "estos meses han servido para que cada uno muestre lo que realmente es".Iglesias ha insistido en que su formación tiene "la mano tendida" para conformar un gobierno "basado en los derechos humanos, en la regeneración y en la solución democrática a los problemas territoriales", invitando a Sánchez a explorar la vía de un acuerdo con las fuerzas nacionalistas vascas y catalanas, un camino al que el PSOE ha renunciado desde el primer momento.
El secretario general de Podemos ha recordado también que al PSOE "le prohibieron gobernar" con su partido y le ha acusado de refugiarse tras las elecciones de diciembre en "el Podemos derechas, un Podemos de los bancos", citando al presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu.Desconfianza hacia el PNVIglesias también ha alentado la posibilidad de que el PNV alcance un acuerdo para que Rajoy siga gobernando tras las elecciones vascas.
"Dicen que con el PP nunca, pero no se lo creen", ha afirmado, recordando "la época de Arzallus" y su acuerdo con Aznar en 1996 o los pactos para tener un puesto en la mesa del Senado y el voto que, presuntamente, concedieron a Ana Pastor para que fuera presidenta del Congreso en esta legislatura.
En clave electoral vasca, el líder de Podemos se ha desmarcado de los posibles pactos postelectorales que pueda acordar Elkarrekin Podemos, porque "eso lo deciden los militantes en Euskadi".No obstante, sí ha remarcado que cualquier acuerdo tendrá que pivotar sobre tres ejes innegociables: defensa de los derechos sociales, compromiso con la paz y la convivencia y derecho a decidir. "Y eso lo digo en Barakaldo y en Madrid", ha enfatizado.
Con información de El Mundo