La guerra entre la Federación Rusa y Ucrania ha motivado a las naciones industrializadas a actualizar sus arsenales bélicos. Una de ellas es Estados Unidos, que inició la instalación de armas hipersónicas en sus buques de la Marina.
El Político
Las armas hipersónicas viajan a velocidades muy elevadas, superiores a las de los misiles balísticos. Pero adicionalmente, son difíciles de derribar, debido a su sofisticada capacidad de maniobra.
Su velocidad, concretamente, es superior a cinco veces la del sonido, o Mach 5. Existen misiles hipersónicos de dos tipos:
Están los planeadores y los de crucero. Ambos pueden maniobrar y corregir su trayectoria en pleno vuelo. Su desplazamiento es de vuelo bajo. Esto es lo que los convierte en armas letales, que casi no se pueden derribar, antes de llegar a su objetivo.
???? | Los misiles hipersónicos tienen capacidad nuclear y son indetectables, desafían los sistemas de defensa de EE.UU – OTAN.
La velocidad y la posibilidad de volar a baja altura hacen que sean "invisible" para la mayoría de los sistemas antimisiles.pic.twitter.com/JrfxqfwRFK
— Alerta Mundial (@AIertaMundiaI) March 19, 2022
Una carrera de terror
Analistas bélicos han indicado que EEUU está en una carrera con la Federación Rusa y China, para desarrollar este tipo de armas.
Esta carrera por contar con la mayor cantidad de misiles hipersónicos trastoca el equilibrio estratégico global. Y, lo peor, pone en ente dicho los tratados internacionales sobre control de armas.
Tecnología hipersónica contra Ucrania
El Ejército invasor de Vladimir Putin ha asegurado este fin de semana que está utilizado misiles hipersónicos contra objetivos en Ucrania.
La Federación Rusa ha dicho que posee ambos tipos de misiles balísticos de planeo hipersónico, así como de crucero hipersónico.
Funcionarios estadounidenses confirman que Rusia usó misiles hipersónicos contra Ucraniahttps://t.co/estCC5W0di pic.twitter.com/9wpXnGJoeL
— CNN en Español (@CNNEE) March 19, 2022
Expresaron, además, que es la primera vez que utilizan este tipo de armamento, en lo que va del combate. Se pudo comprobar el uso de estos misiles, por parte de Moscú. De allí que el Ejército estadounidense intenta ahora ponerse a la par.
Tecnología estadounidense
El arma hipersónica estadounidense se lanzaría como un misil balístico. Este —a su vez— liberaría un vehículo hipersónico de planeo. El cual sería entre siete u ocho veces más rápido que la velocidad del sonido, antes de impactar contra su blanco.
En este sentido, la empresa Bath Iron Works, subsidiaria de General Dynamics, ha comenzado el trabajo de ingeniería y diseño necesarios, para instalar el sistema de armas en tres destructores de la Marina de los EEUU, de la clase Zumwalt.
Un vocero de la Armada de los EEUU informó que: "el desarrollo y equipamiento de las naves comenzaría en un astillero aún por designar, en algún momento del año fiscal. El cual inicia en octubre de 2023″.
Una preocupación mayúscula
Se han dejado colar informaciones acerca de la posible construcción, de un nuevo tipo de misil hipersónico, de fabricación china. Este tendría la capacidad nuclear y apto para dar la vuelta al planeta, antes de golpear su objetivo.
#Rusia afirma que disparó dos misiles hipersónicos contra objetivos en #Ucrania, la primera vez que estas armas más rápidas que el sonido se han usado en combate.#Infografía Graphic News. pic.twitter.com/XGppCkEJaQ
— La Jornada (@lajornadaonline) March 21, 2022
Una carrera de perdedores
La carrera armamentista vuelve a estar sobre el tapete. La decisión de Vladimir Putin de invadir Ucrania ha desempolvado el macabro interés de las naciones —que se auto nombran desarrolladas— por estar a la cabeza, a la vanguardia, en la cresta de la ola, en materia armamentista.
El planeta ha puesto en segundo plano todo el cúmulo de problemas de prioritarios que atravesamos a los cuatro vientos de la geografía universal.
La pandemia del coronavirus, la contaminación ambiental, el calentamiento global, la hambruna, la pobreza extrema, son algunos ejemplos. Sin mencionar la falta de agua potable o la energía eléctrica en zonas densamente pobladas deprimidas en el tercer mundo.
En una carrera armamentista nadie gana y muchos pierden. El dinero invertido para la fabricación de armas, bien podría resolver muchos de los problemas que actualmente padece la humanidad.