El Gobierno de Barack Obama descartó que vaya a hacer una excepción para los indocumentados cubanos que estaban a punto de llegar a EE.UU. cuando cambió la política que les habría permitido quedarse, pero sí se plantea proveer asistencia para mejorar las condiciones "humanitarias" de esos emigrantes.
El asesor adjunto de seguridad nacional de Obama, Ben Rhodes, se refirió durante una conferencia de prensa a la decisión del mandatario de acabar el pasado jueves con la política de "pies secos, pies mojados".
El fin de esa política, que otorgaba a los cubanos indocumentados que lograban tocar tierra en Estados Unidos la posibilidad de quedarse en el país y obtener la residencia permanente un año después, ha decepcionado a numerosos isleños que se encontraban de camino y ahora están varados en México y Centroamérica.
"Queremos trabajar con los Gobiernos centroamericanos y el cubano para intentar determinar si podemos proporcionar algún tipo de asistencia" a los cubanos que se quedaron a las puertas de Estados Unidos, aseguró Rhodes, quien este lunes viajó a Cuba para hablar sobre el fin de esa política migratoria y otros temas.
El asesor de Obama subrayó que no se refería a un alivio migratorio, sino a "lo que se puede hacer desde un punto de vista humanitario" para ayudar a garantizar que los emigrantes se encuentren en buenas "condiciones" y sean "reasentados" adecuadamente.
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"Sería demasiado difícil hacer excepciones y saber a qué población aplicarlas sin que eso desatara una crisis migratoria", explicó Rhodes.
"Como tenemos relaciones de asistencia con muchos de estos países, incluido en temas migratorios, mi esperanza es que vamos a poder aliviar los asuntos humanitarios al tiempo que reconocemos que no vamos a poder incluir a la población" cubana varada en esos países en la antigua política migratoria, agregó.
Rhodes también afirmó que, poco antes de hacer el anuncio el pasado jueves, el Gobierno de Obama informó sobre esa decisión al equipo del presidente electo estadounidense, Donald Trump, y que ellos "no expresaron ninguna oposición a ese cambio" en la política migratoria hacia Cuba.
Trump, que asumirá el poder este viernes, ha amenazado con poner fin al restablecimiento diplomático hacia Cuba iniciado por Obama a no ser que el Gobierno cubano firme con él "un acuerdo mejor".
Rhodes expresó hoy su esperanza de que la Administración de Trump continúe con la política actual hacia Cuba, al subrayar que encaja con el enfoque del presidente electo en las "oportunidades económicas" para los estadounidenses y que ha producido "grandes beneficios tangibles".
"La política hacia Cuba no puede verse de forma aislada respecto a la política hacia Latinoamérica. Si se diera marcha atrás (al acercamiento), no solo tendría consecuencias en Cuba, sino en todo el
continente", cuyas relaciones con Washington han mejorado a raíz del deshielo, argumentó Rhodes.
Con información de EFE