Al fin de cuentas la Cumbre del Clima de Glasgow (COP26), Escocia, bajó el telón este sábado con un pacto. Y es que la comunidad internacional de cerca de 200 estados convino en acelerar los recortes de emisiones de gases de efecto invernadero (carbono y metano) con el propósito de contribuid con la disminución del calentamiento global. Aunque esto se resume en solo una invitación a reducir su empleo. Mientras tanto en Europa, Alemania confrontó con Francia el contenido de una declaración contraria a que este continente considere la energía atómica como energía verde. De su lado España rechaza unirse si no se deja fuera también al gas natural.
El Político
Sobre los acuerdos de último minuto de la COP26 dan cuenta los medios de comunicación y las agencias de todo el mundo, entre ellos los diarios madrileños ABC y El País. El primero de ellos reseña que notoriamente emocionado, el presidente de la cumbre, Alok Sharma, se disculpó por los cambios en la misma sesión en la que se votaba el texto final.
Declaró: “Entiendo el desacuerdo de las partes pero he querido proteger este paquete de Glasgow”. En paralelo, las presiones de algunos estados, entre ellos Arabia Saudí y la India, diluyeron la primera alusión en veinte años. Presentaron un texto que sugiere acabar con el uso del carbón y los subsidios a los combustibles fósiles.
Pero todo se quedó en una sucinta exhortación para reducir su uso. Algo que simpatizó a los representantes de las naciones cuyos territorios han sido los más vulnerables a las consecuencias del cambio climático. Ni a los países más activos en este campo, entre ellos los miembros de la Unión Europea. Los mismos hicieron saber sus desavenencias. Empero, terminaron por rubricar el texto final.
? 120 world leaders
? 197 parties represented
? 40,000+ people from governments, civil society, business, and youth movementsTogether, they lent their voice to the climate fight and kept 1.5 degrees within reach.#COP26 | #ClimateAction pic.twitter.com/sKqcarVaBk
— COP26 (@COP26) November 14, 2021
COP26 acuerda presentar nuevos planes para 2030
Entre los acuerdos descuella la petición de que en un año, los grandes países deberán tener nuevos planes para 2030 de recortes de emisiones, revisados y reforzados. Y de esta manera poder contener el calentamiento global del planeta en umbrales de entre 1,5ºC y 2º, lo cual pasará por la revisión de las Naciones Unidas (ONU).
En los momentos la Tierra se encuentra a 1,1º. Y se encamina a llegar a los 2,7 a finales de este siglo. De continuar así, los impactos en forma de inundaciones, sequías y lluvias torrenciales se multiplicarán. Por eso resulta razonable reforzar el propósito inferior de la horquilla. Para hacerlo realidad, el acuerdo contiene la necesidad de que las emisiones globales deben caer un 45% para 2030.
De su lado los científicos sostienen que última la oportunidad para mantener el mundo en este umbral se cerrará en ocho años. Por lo que debe generarse un esfuerzo adicional en los próximos ocho años.
Adicionalmente se cerraron las reglas para la puesta en marcha de los mercados internacionales de carbono. Esto permitirá a los países más contaminantes adquirir créditos de otros estados para contribuir con su reducción. Y con el crecimiento de los sumideros, entre ellos los bosques. Sin embargo, se abre la puerta a introducir unidades de mercado del Protocolo de Kioto en el sistema de París. Esto puede tener un potencial efecto negativo en la ambición. Y es algo por lo que la Unión Europea había luchado en contra y que, según lo acordó, no usará, en la aspiración de que otros países sigan el ejemplo.
"After the collective dedication which has delivered the Glasgow Climate Pact, our work here cannot be wasted."
Read #COP26 President @AlokSharma_RDG's full remarks ?
— COP26 (@COP26) November 13, 2021
Los fondos para la defensa de clima
Naciones como China solicitaron a la Unión Europea, Estados Unidos y el Reino Unido la creación de un fondo para compensar económicamente los impactos que ya tiene el cambio climático en sus economías. A la propuesta se resistió Estados Unidos. Expuso que al sentarse este tipo de precedentes, podría exponerle a un compromiso financiero interminable.
Al fin de cuentas el texto emplaza a tratarlo en la cumbre del próximo año. Manifiesta: “Esto es un recorrido que empezamos ahora. Debe fortalecerse. Debemos encontrar mecanismos más efectivos para responder a estos desafíos y requiere un desarrollo técnico que no estaba suficientemente maduro”.
Conviene refrescar que en el Acuerdo de París (2015), los países se comprometieron a aportar US$ 100 mil millones anuales para los países en desarrollo a partir de 2020. Pero superado el plazo, la cifra no se completó. Y fue algo que perturbó las conversaciones de este año y le insufló cierta desconfianza a las negociaciones. Aunque los receptores exigían un plazo menor. Al fin de cuentas cedieron con verlo completado a más tardar en 2025.
Además se duplicarán los recursos que con destino a evitar los envites del cambio climático. Y que ahora apenas supone un cuarto de los fondos dirigidos al clima.
In Glasgow, the world came together for our planet and people to finalise the Paris Agreement.
Countries at #COP26 increased their ambition and took real #ClimateAction.
With the Glasgow Climate Pact, 1.5 is within reach.#TogetherForOurPlanet pic.twitter.com/kVePvbwQsk
— COP26 (@COP26) November 14, 2021
La reivindicación de la energía nuclear y del gas en la COP26
Como una alternativa con el calentamiento global, la energía nuclear para ganar terreno. Sin embargo, sus detractores le atribuyen los altísimos costos y los residuos que deja atrás. Pero el debate sobre su empleo resurgió en la COP26, esta vez impulsado también por los altos precios de la electricidad.
De acuerdo con la versión de El País de España, por un lado Alemania se fijó un calendario de cierre nuclear tras el accidente de Fukushima en 2011. Pero el tema impulsó en la COP26 una declaración en contra de que la Comisión Europea incluya esta tecnología en el listado de inversiones que se pueden clasificar como verdes y beneficiosas.
La declaración de Alemania supone un enfrentamiento directo y público con Francia, nación que lucha por incluir a la nuclear en esa clasificación europea para impulsar su industria nacional. De hecho, su presidente, Emmanuel Macron, anunció esta semana que su país construirá nuevas centrales nucleares. Y argumentó que ello será beneficioso para la lucha contra el cambio climático y para controlar los costos de la energía eléctrica. Pero Alemania rechaza esos argumentos y en su declaración consideró que la energía nuclear es “incompatible” con el listado europeo de energías verdes. Esta clasificación busca impulsar las inversiones para lograr la descarbonización del sistema energético de la UE. Dinamarca, Luxemburgo, Portugal y Austria se adhirieron a esa posición en un acto celebrado este jueves en el pabellón de Alemania en la COP26.
El tira y afloja energético entre Francia y Alemania apunta a una solución salomónica por parte de Bruselas a favor tanto de la energía nuclear como del gas. La Comisión ultima un “acto de implementación” que otorgará a ambas fuentes energéticas un papel preponderante durante la transición hacia una economía sin dióxido de carbono. La nuclear y el gas habían quedado fuera de la taxonomía energética de la UE. Esta herramienta determina qué emisiones de deuda pueden clasificarse como bonos verdes, lo que permitirá atraer a un creciente número de inversores (sobre todo, fondos de pensiones y fondos de inversión) dispuestos a aceptar un precio ligeramente más alto a cambio de hacerse con esos títulos.