La población española aumentó en el primer semestre del año en 57.953 personas respecto al mismo periodo de 2015, con lo que rompe la dinámica de los últimos cuatro años, cuando, por efecto de la crisis, miles de inmigrantes retornaron a sus países de origen.
Estas cifras, aportadas hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), suponen el primer crecimiento interanual desde 2012 y eleva el número de habitantes de España a 46,46 millones, tras años de pérdida de población.
España arrastra un envejecimiento de la población (más muertes que nacimientos) agravado por los efectos de la crisis económica, que provocó el regreso de numerosos inmigrantes a sus países, así como la salida de muchos españoles que emigraron en busca de empleo.
Si se comparan los datos del primer semestre de 2016 con el último de 2015, el aumento es de 22.274 personas, datos que, según Estadística muestran que "la tendencia se ha invertido".
Esto se debe a que el número de inmigrantes llegados entre enero y junio -más de 186.000- fue superior a los que se marcharon, manteniendo la tendencia iniciada en el primer trimestre de 2015, que ayudó a contrarrestar el saldo vegetativo negativo (más muertes que nacimientos).
Entre enero y junio de 2016 aumentó el número de los ciudadanos procedentes de Italia, China, Reino Unido y Ucrania, mientras que descendieron los de Marruecos, Bolivia y Ecuador.
Las llegadas más numerosas fueron las de los marroquíes (14.391), rumanos (14.009) y colombianos (10.134).
Al aumento de las llegadas se suma la reducción de las salidas, que entre enero y junio bajaron en casi todas las nacionalidades.
En cuanto a los extranjeros que viven en España, los más numerosos son los procedentes de Rumanía (686.911), Marruecos (668.852), Reino Unido (298.250), Italia (196.746) y China (174.194).
Con infromación de EFE