Edison Arciniega, director ejecutivo de Ciudadanía en Acción, denunció que los venezolanos solo están consumiendo el 14% de las proteínas que requieren por día, lo que ha traído consigo un fenómeno masivo de caquexia, anomalía que produce que los organismos estén autoconsumiendo las proteínas que tenia integrada en la masa muscular.
El Político
"Una persona, de acuerdo a la dieta prototipo nacional, debería consumir 75 gramos de proteína por día y hoy está consumiendo apenas 18 gramos”, destacó.
En entrevista para “El Punto y Seguimos”, con César Miguel Rondón, el sociólogo, al ser consultado sobre las razones por las que el país ha llegado a esta situación, expresó que el trasfondo fundamental de esta crisis es eléctrico. "Somos un país que nos hemos ido apagando progresivamente, no tenemos energía para bombear agua, para almacenar, para la cadena de frío. La carencia energética que no nos permite sembrar, criar, procesar y almacenar lo suficiente".
Según detalló el especialista, al tema eléctrico se suman las políticas públicas que agobian a los sectores productivos, a la caída de las importaciones y al colapso del sector logístico alimentario.
Al abordar la efectividad de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) Arciniega agregó que existen cuatro tipologías de parroquias, en función de su esquema de distribución: las parroquias tipo 1 que son las más densas y urbanas, las tipo 2 que son de densidades medias pero aún son parroquias de ciudades grandes, las tipo 3 que son parroquias de ciudades intermedias y las tipo 4 que son parroquias de poblaciones rurales.
Al respecto, enfatizó que de tener que indicar cual es la distribución de la desnutrición diría que esta viene de las tipo 4 a las tipo 1 (en orden de mayor afectación), por lo justificó que la distribución de alimentos de un programa como el CLAP debiera asignar más volúmenes y periodicidad en las tipo 4 y 3 hasta llegar a las tipo 2.
"Resulta que el esquema de distribución es al revés, tenemos más alimentos en las parroquias centrales y menos alimentos en las parroquias más vulnerables. No sólo tenemos mas cajas en las tipo 1 sino que tenemos que tenemos más kilogramos dentro de las cajas. Las cajas de una parroquia tipo 1 en el mes de junio tenía casi 14 kilogramos de alimentos, mientras la caja de una parroquia tipo 4 (mucho más afectada por la desnutrición), que es una parroquia donde la prevalencia de desnutrición está más o menos en 25% o 27%, tenían 8 kilogramos (…) Tenemos un Estado que a quien más necesita le da menos", sumó a su explicación.
Al hacer mención Rondón del funcionamiento contrario a lo que el país requiere, el especialista fustigó que funciona al revés porque quien podría salir y trancar una calle y alterar el orden público o la opinión pública es la gente de la parroquia tipo 1, aunque allí no sea el lugar donde esté el mayor riesgo alimentario.
Por lo que considera que es la clara evidencia que el estado utiliza como herramienta de control social y orden público los alimentos.
Al solicitarle la interpretación de lo que ocurrió en el desfile del pasado 5 de julio, donde la milicia, en lugar de con armas, desfiló con cajas CLAP; Arciniega argumentó el gran mensaje es que estas las cajas CLAP son el principal instrumento de control social y estabilización en el país. "Una caja Clap tiene mucho más valor para controlar el orden público que centenas de bombas lacrimógenas", subrayó.