Cuba reiteró hoy que no aceptará injerencias por parte de Estados Unidos en sus asuntos internos, al culminar la segunda ronda de diálogo sobre derechos humanos, en la que ambas partes mostraron una vez más sus marcadas diferencias sin alcanzar avances visibles en el debate.
"De nuestra parte no hay una pretensión de aceptar alegaciones que signifiquen una injerencia en los asuntos internos de nuestro Estado", subrayó a la prensa el subdirector de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional de la Cancillería cubana, Pedro Luis Pedroso.
Pedroso, que lideró la delegación de la isla en esta segunda reunión, explicó que este diálogo "está diseñado para un intercambio entre ambas partes".
"En nuestra opinión permite un mayor conocimiento de los intereses, preocupaciones y concepciones que sostienen las posiciones de ambas partes en materia de derechos humanos", señaló.
En referencia a los señalamientos anteriores hechos por el Gobierno estadounidense a la isla comunista, el funcionario insistió en que la forma en que se organiza el sistema político cubano "no está sobre la mesa de discusión".
Pedroso indicó que Cuba expresó sus preocupaciones sobre la persistencia de patrones de discriminación y racismo, la brutalidad policial, las numerosas y documentadas violaciones a la vida, y se pronunció sobre la situación de las libertades sindicales en EE.UU.
El país caribeño llamó la atención sobre "los actos de tortura en cárceles secretas", las muertes de civiles como resultado del uso de drones y cuestionó "de manera especial" la permanencia de una base naval estadounidense en la provincia cubana de Guantánamo y "y las graves violaciones allí cometidas".
"Si bien el intercambio constató las profundas diferencias entre ambos Gobiernos respecto de las concepciones y el ejercicio de los derechos humanos, Cuba ratificó su voluntad de que ambos países puedan relacionarse dentro del reconocimiento y respeto a esas diferencias", dijo.
El funcionario cubano recordó que la nación caribeña estará "dispuesta a conversar sobre cualquier tema, siempre que sea en un marco de igualdad, respeto y reciprocidad".
La delegación estadounidense que participó hoy en la segunda ronda de diálogo sobre derechos humanos estuvo encabezada por el secretario asistente de la Oficina de Derechos Humanos y Democracia del Departamento de Estado, Tom Malinowski.
A la reunión también asistió la secretaria de Estado adjunta en funciones para Latinoamérica, Mari Carmen Aponte.
En marzo de 2015 tuvo lugar en Washington la primera reunión sobre derechos humanos entre representantes de ambos países, que reanudaron vínculos diplomáticos en julio de ese mismo año tras más de medio siglo de enemistad acérrima.
Durante la primera de estas rondas de diálogo, iniciadas a propuesta de Cuba, las dos partes dejaron claras sus marcadas diferencias aunque decidieron aplazar cualquier debate a fondo.
Con información de: EFE