El manejo de la pandemia del coronavirus de Wuhan por parte del gobierno de Pedro Sánchez fue muy criticado en España. Ahora, el secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se enfrenta a la segunda ola del COVID-19.
El Político
La grave crisis sanitaria y económica que se generó a raíz del coronavirus de Wuhan dejó una grave herida en España. Y Pedro Sánchez lo sabe…
Una de las brecha que abrió la pandemia del virus chino fue entre la actual administración, el PP y el gobierno de Madrid. En estos momentos el país europeo se enfrenta a la segunda ola del COVID-19. Y la capital española vuelve a ser una de las más perjudicada, destacó El País.
Al observar los diferentes escenarios, Pedro Sánchez decidió estar preparado para las nuevas críticas que le lloverán. Sabe que serán más fuerte empeore la crisis económica.
Debido a los anterior, el actual presidente del Gobierno de España informó la situación en el Consejo de Ministros el pasado martes, así lo dieron a conocer algunos de sus integrantes.
Avisos y advertencias de Sánchez
Uno de los avisos más importantes de Sanchez fue que "dejaría en manos de las autonomías la decisión de pedir el estado de alarma por comunidades".
El político español alertó a los ministros, "vienen meses muy duros”. Esta advertencia la hizo porque espera fuertes ataques e intentos de desestabilizarlo.
Ese fue el motivo por el cual solicitó a sus ministros “unidad”. Adicionalmente exigió fortalecer al gobierno y a la coalición. Además les indicó que su capacidad de resistencia será probada.
¿Adelanto de elecciones?
Otro de los aviso que dio el presidente del Gobierno de España a sus ministros fue que el PP está trabajando bajo la premisa de adelantar las elecciones el próximo año. No obstante destacó, "estoy seguro de que finalmente lograrán aprobar los Presupuestos". Agregó que seguramente será con Ciudadanos, sin dar más detalles.
Algo que llamó la atención a los integrantes del Consejo de Ministros fue que Unidas Podemos criticó a la ministra de Educación, Isabel Celáa, por su “ausencia de liderazgo”. Sin embargo no lo hicieron durante la reunión, sino fuera del recinto.
Esta acción fue mal vista por los socialistas. La consideraron como un intento de Unidas Podemos de dividir dentro del Gobierno.
Coronavirus
Uno de los temas que más preocupa a Sánchez es la segunda ola del COVID-19. Por esa razón convocó a sus ministros a resistir. Retomó la estrategia de junio, es decir no volver a asumir en primera línea las decisiones de la lucha contra el coronavirus de Wuhan, sino dejar que las comunidades decidan cómo afrontarlo.
Además, es la solicitud que le hicieron en ese momento. Además es la única forma de corresponsabilizar a la oposición en la gestión de la crisis provocada por el virus chino. De ea forma evita que critiquen a su gobierno.
Cabe destacar, que Sánchez y sus expertos creen que la situación es grave, principalmente en Madrid. Pero aún se controla. Insistió en que debería bastar con los instrumentos jurídicos actuales para controlar la pandemia, pero las autonomías pueden solicitar el estado de alarma si lo creen necesario.
Cambios inesperados en La Moncloa
Este cambio en la estrategia del tratamiento de la segunda ola del COVID-19 de La Moncloa, realmente no transforma la actual situación. Principalmente porque no es factible que Madrid y las otras autonomías decidan asumir el coste político de ir al Congreso, indicando que no pueden combatir el coronavirus. Además, el estado de alarma lo debe aprobar finalmente el Gobierno.
Sin embargo el efecto político es evidente. Ahora el manejo de la pandemia queda en manos de Isabel Díaz Ayuso. Esta es una de las política más crítica con el Gobierno de Sánchez.
Finalmente Sánchez concluyó que a partir de este consejo esperen las críticas más despiadadas a su gobierno, lo que podría atentar contra la coalición.
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