Facilitado por diversos programas de denuncia como el creado hace tres años por la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (RepresoresCubanos.com) se advierte que ha venido ocurriendo un cambio en la forma de reaccionar de las víctimas frente a sus represores.
Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC)/El Político
Ahora, empoderados por las tecnologías digitales y la existencia de varios programas de denuncia de represores en el exterior, los ciudadanos han puesto el foco en identificar y denunciar a sus victimarios.
Esta nueva realidad y las consecuencias individuales que -de ser identificados- pueden sufrir los represores y sus familiares cercanos ha motivado un cambio en la metodología represiva del régimen cubano.
¿Cuáles son los métodos alternativos de la represión en Cuba?
Bloquear salidas del país para eventos o entrenamientos (los llamados “regulados”). Desde mayo hasta noviembre de 2019, el Instituto Patmos había documentado hasta fines de noviembre 210 ciudadanos “regulados”, una condición que generalmente se les comunica cuando ya están en el aeropuerto listos para partir.
Recrudecer medidas administrativas contra personas que no militan en organizaciones opositoras, pero que son consideradas críticas.
Para esto, se incrementa el uso de represores de cuello blanco organizando expulsiones de centros laborales o retiros de licencias de trabajo por cuenta propia, Y presionando a funcionarios civiles de nivel bajo o medio para que asuman la responsabilidad por los asesinatos de reputación y las sanciones.
El caso más relevante de los últimos meses fue el de la historiadora del arte Omara Ruiz Urquiola, una brillante profesora del Instituto Superior de Diseño de la Universidad de La Habana que refutó todos los pretextos alegados para expulsarla.
Su impopular despido fue avalado en un artículo por la Viceministra primera de Educación Superior Martha Del Carmen Mesa Valenciano, alegando que «Quien no se sienta activista de la política revolucionaria de nuestro Partido, un defensor de nuestra ideología, de nuestra moral, de nuestras convicciones políticas, debe renunciar a ser profesor universitario».
Inmovilizar a los activistas dentro de sus viviendas, anulando así sus reuniones y otras actividades.
Este ha sido el método sistemáticamente usado contra las Damas de Blanco y otros opositores en los últimos dos años, pero viene siendo aplicado de forma creciente contra periodistas como Luz Escobar del diario digital independiente 14ymedio.
Un agente de la Seguridad del Estado que se identifica como Ramsés le ha advertido en tres ocasiones a Escobar que si sale de su casa será detenida. El arresto domiciliario extrajudicial contra la reportera, quien no tiene ninguna causa pendiente con la judicatura cubana, es una novedad en la represión que busca anular las actividades de críticos y disidentes sin tener que conducirlos a una estación ni levantarles un acta policial.
Fabricar casos de criminalidad común para justificar condenas a prisión de líderes opositores o figuras prominentes de la sociedad civil independiente.
Luego de pagar un alto precio por las severas condenas por delitos contra la Seguridad del Estado y la Ley Mordaza contra 75 activistas opositores y de derechos humanos, periodistas, bibliotecarios y sindicalistas independientes, la policía política construye estos casos desvirtuando su militancia política.
Así fue sentenciado el periodista independiente y abogado Roberto Jesús Quiñones Haces, luego de que intentara cubrir un juicio a unos pastores religiosos y fuera detenido y golpeado; y ahora se espera que sea enjuiciado por un supuesto secuestro y golpiza a un ciudadano el líder de la Unión Patriótica de Cuba, José Daniel Ferrer.
Ofrecer pactos o ultimátum para que abandonen el país a personas incómodas, amenazándolas con mayor represión si se quedan.
En dos detenciones seguidas el líder del Frente Antitotalitario Unido (FANTU) y Premio Sajarov 2010 del Parlamento Europeo, Guillermo Fariñas, ha sido invitado a exiliarse, a lo que Fariñas se ha negado, so pena de ser encarcelado más adelante.
En estas circunstancias FHRC se propone:
1- Facilitar aún más el acceso de la población y opositores al conocimiento sobre cómo y dónde pueden denunciar a sus represores;
2- Informar a los represores de cualquier tipo y rango de que ser incluidos en una de las múltiples bases de datos de represores cubanos como la que tiene FHRC puede ocasionar que ellos y “sus familiares cercanos”, según se definen en las regulaciones norteamericanas, no reciban visas o remesas familiares de EEUU.
Estos son, según la Oficina de Control de Activos Extranjeros, OFAC, todos los emparentados con dichos individuos por sangre, matrimonio o adopción hasta la tercera generación.
3- Tomar medidas que neutralicen de forma efectiva la impunidad de las acciones represivas del gobierno cubano.
Recientemente, el opositor espirituano Adriano Castañeda Meneses fue víctima de una peculiar agresión en la ciudad de Sancti Spíritus por parte del represor violento Wilfredo Segundo Rodríguez Liriano, ya en la base de datos de FHRC.
El motivo de la agresión fue que Castañeda Meneses denunció en su perfil de Facebook al represor incluyendo sus fotos, y eso además de avergonzar públicamente al abusador le podría impedir a él emigrar a Estados Unidos.
Señores represores, escuchen bien: En una Cuba libre, no poder emigrar a los Estados Unidos ustedes y sus familias podría ser el menor de sus males.