Algo más de 1,3 millones de euros es la cantidad que el Senado tuvo que afrontar entre enero de 2012 y junio de 2016 por los cargos en las tarjetas de taxi de las que disponen los parlamentarios para viajes en la Comunidad de Madrid, según las respuestas a EL MUNDO a varias peticiones de información. Los pagos forman parte del régimen de ayudas para el desempeño de sus funciones, tal y como contempla el Reglamento de la Cámara.
Entre 2012 y 2014, la agenda del Senado permaneció en blanco en agosto, al igual que en noviembre de 2015, con las Cortes disueltas y a la espera de la celebración de elecciones generales. Aunque no hubo actividad, las facturas por el uso de taxis siguieron llegando: 15.774 euros en total durante esos meses.
Una situación similar a la de mayo y junio de este año, cuando antes de la repetición de los comicios solo se celebraron dos reuniones de la Diputación Permanente, compuesta por 38 miembros de los que 12 disponían de coche oficial. La liquidación del gasto en taxis ascendió a 7.552 euros.
Al margen de valoraciones éticas, las cláusulas del contrato del servicio son claras: cada tarjeta entregada será «personal e intransferible y podrá ser utilizada todos los días del año, las 24 horas». El único límite son los 3.000 euros de saldo anual con el que cuenta cada señoría.
Este diario solicitó los datos de cada legislador en la X y XI Legislatura. El Senado asegura que «no dispone de la información con la estructura solicitada». «Sería necesaria su reelaboración haciendo uso de diferentes fuentes y soportes de información», que es una de las causas contempladas en la Ley de Transparencia para inadmitir peticiones.
Ayudas y equipos por duplicado
Además, la Cámara Baja ha proporcionado la relación de senadores de la legislatura actual que disponen de los dispositivos y servicios ofrecidos como material «para permitir el desarrollo de sus funciones constitucionales», según las respuestas, a 28 de julio, de la Mesa del Senado.
Hay 12 senadores que compatibilizan su escaño con el de diputado autonómico:ocho de ellosacumulan ayudas por duplicado, tal y como informó este periódico en mayo.
El socialista José Cepeda y los populares Juan Soler, Jesús Fermosel y Ana Isabel Mariño no han rechazado nada de lo que el Senado y la Asamblea de Madrid ponen a su disposición. A ellos se suman el portavoz de Podemos, Ramón Espinar; el líder del PP en Cataluña, Xavier García Albiol; María Encarnación Moya (PSOE), yRamón Marcos (Ciudadanos), que a 28 de abril contaban con algunos servicios de los que ya disponen por cuenta autonómica.
El presidente del PP de Andalucía, Juan Manuel Moreno, y los socialistas Juan María Cornejo y Rafael Lemus han renunciado a todas las prestaciones que les ofrecían las Cámaras regionales, según han confirmado el parlamento andaluz y la Asamblea de Extremadura.
Los 264 parlamentarios que en este momento conforman la Cámara Alta cuentan con el iPad de gama alta que se les ofrece, a excepción de Javier Arenas (PP) que no se ha pronunciado hasta el momento. Al margen de Arenas, otros cuatro senadores han decidido no disponer del teléfono móvil iPhone (Moya, Marcos y Espinar ya cuentan con uno de la Asamblea de Madrid)
Taxi o en coche oficial
El presidente del Senado, las dos vicepresidencias, las cuatro secretarías y los portavoces de los grupos parlamentarios tienen derecho a coche oficial. Además, la Mesa acordó en febrero de 2002 otorgar un coche adicional a los grupos Popular y Socialista, por lo que sus portavoces adjuntos también tienen asignado un vehículo a cargo del erario. Nadie ha manifestado de forma oficial que vaya a usar su vehículo de forma compartida.
Los grupos de ERC y Podemos han rechazado el coche al que tenían derecho sus portavoces. La renuncia de ERC y Podemos supone la pérdida de la subvención de 3.420 al mes que reciben, por gastos de locomoción, por cada vehículo para los portavoces con la que deben costear el combustible y el salario del conductor. El mantenimiento y las reparaciones corren a cargo del Senado.
Al contrario que en el Congreso, donde todos los diputados pueden disponer de la tarjeta para taxis con independencia de su puesto, en la Cámara Alta no pueden beneficiarse de la ayuda aquellos cargos que disponen de coche oficial.
De los 251 senadores con derecho a la tarjeta, seis no la han recogido aunque no han renunciado formalmente a ella (dos del grupo de Unidos Podemos, dos del socialista, uno del PP y otro del Mixto). Sólo 12 la han rechazado de forma expresa, todos de Unidos Podemos-En Común Podem-En Marea, entre los que se encuentra Ramón Espinar, que a 27 de abril sí había recogido la tarjeta de la Asamblea de Madrid con límite anual de 2.500 euros.
Con información de El Mundo