Las "Zonas Económicas Especiales" decretadas días atrás por Nicolás Maduro, arrancan con mal pie, algo ya bastante común o tradicional, en lo que se refiere a este tipo de acciones del régimen dictatorial venezolano.
Mario A. Beroes Ríos/El Político
No está claro el marco legal que va a regir las Zonas Económicas Especiales. Hay puntos oscuros y confusos que pueden permitir irregularidades.
Hasta los momentos, y para variar, la vicepresidencia va a encargarse de los proyectos que se refieran al tema, ya que sería "una zona supraestatal, con un régimen que se va mover paralelo a alcaldías y gobernaciones".
Esto da pie a la creación de un espacio físico y legal donde será imposible verificar el avance o progreso de esos negocios.
Copia del modelo chino
La semana pasada, Maduro promulgó el texto legal que establece “condiciones especiales” en las zonas industrial de Paraguaná, en el estado Falcón; de los puertos de La Guaira y Puerto Cabello/Morón, en el centro del país; y turísticas, en la oriental Isla de Margarita, Nueva Esparta, y la isla La Tortuga, en el norte.
Pero resulta que Paraguaná la dejó morir el régimen, al igual que la Isla de Margarita; los puertos de La Guaira y Puerto Cabello no tienen las condiciones y nunca las han tenido y Morón, sería para favorecer a los iraníes, quienes han asumido el control de la petroquímica.
Quedaron por fuera la zona fronteriza del estado Táchira y los ejes turísticos de Anzoátegui y Miranda, con mejores condiciones para desarrollar dichas zonas. Nadie ha respondido el porque de esta decisión
¿156 kilómetros de turismo 5 estrellas?
Según Maduro, "en algo más de 10 meses" comenzaría la transformación de esta isla de apenas 156 kilómetros cuadrados de superficie, donde estarían 10 resorts de lujo, un aeropuerto internacional y un puerto de aguas profundas para cruceros.
La ley contempla un “régimen socioeconómico especial” para desarrollos de inversión privada, pública y mixta, así como “incentivos fiscales y aduaneros”.
Sin embargo, una cosa es un plan, otra es la ejecución
La Asamblea Nacional electa en 2020, de mayoría chavista, aprobó la normativa a finales de junio y Maduro la aprobó destacando en público que su contenido sigue el ejemplo de “experiencias” de naciones asiáticas, como China y Vietnam.
Existen cerca de 5.500 Zonas Económicas Especiales en 138 naciones, de las cuales al menos la mitad han fallado en sus objetivos.
Ese nivel de fracaso se incrementa en países con una institucionalidad débil, como Venezuela.
Muchas preguntas, pocas respuestas
Un aspecto de la ley recientemente sancionada que le preocupa es la “opacidad” en cuanto a la asignaciones de proyectos en esos paraísos comerciales.
La normativa pavimenta el camino para una explotación “elitesca”, de empresarios cercanos a las esferas del poder chavista.
La “falta de definiciones legales” del desarrollo de esas zonas económicas especiales dificultará las auditorías y los seguimientos de las metas laborales.
Las sanciones económicas aplicadas contra el gobierno de Maduro por parte de países como Estados Unidos también dificultan el éxito de esas zonas. Sin conexiones internacionales, no habrá ningún tipo de desarrollo.
Otro problema a resolver, es el de los servicios públicos, particularmente en esas cinco zonas económicas especiales denominadas por el chavismo.
Esas zonas requieren mucha energía eléctrica, agua potable, gas, infraestructura vial. Primero se debe invertir, y fuerte, en servicios; algo que tarda mucho tiempo.
El medio ambiente.
Tampoco está claro lo del cuido del medio ambiente. No hay nada sobre el tema en la ley, ya que se van a manejar con discrecionalidad gubernamental, desde unas agencias especiales a cargo de gente ligada a Maduro o a los hermanos Rodríguez.
El economista José Guerra asegura que el empresario se enfrenta a un escenario de opacidad institucional para saber si su inversión dará frutos en esos llamados paraísos comerciales.
“En un país sin estadísticas económicas y sin credibilidad, ¿cómo un inversionista valora si una inversión vale la pena? No tiene cómo hacerlo.”
Se pregunta por qué incentivos fiscales, seguridad y otras facilidades contempladas en esa nueva ley no se le da a los empresarios, que, según Guerra, “han soportado toda clase de atropellos y se quedaron en el país”.
La voz oficial
El plan, que se trabajó durante meses, contempla la construcción de 10 resorts de muy alto nivel. Así lo señaló Héctor Silva, viceministro de Economía Productiva, en un acto en el que Maduro presentó las zonas al cuerpo diplomático en el país.
Se tomó en cuenta, aseguró el economista, la protección del medio ambiente, con las normas y reglamentaciones del Ministerio de Ecosocialismo.
Se instalarán, de acuerdo con la maqueta, plantas desalinizadoras y generadores de energía eólica.
La construcción de las edificaciones será al borde de la isla para, aseguró el funcionario, conservar la flora y la fauna, y también se establecerá un centro de investigación que aporte permanentemente al desarrollo de la tecnología y la investigación.
La Tortuga también contará con un aeropuerto internacional y un puerto, que será destino de los cruceros que transiten por el Caribe.
“Siempre salvaguardando el tema del medio ambiente y del ecosocialismo que venimos desarrollando. Este proyecto será el único de este estilo con energía renovable y con materiales biodegradables”, agregó Silva.