El Gobierno de Zimbabue prohibió este jueves la venta de alimentos en las calles de la capital, Harare, y ordenó turnos de 24 horas para retirar la basura en un intento de frenar un brote de fiebre tifoidea que ha acabado con la vida de dos personas e infectado a 126 desde finales de diciembre.
"Hemos acordado prohibir y detener la venta de alimentos, sean procesados o no, en áreas no designadas en la ciudad de Harare y otras ciudades de Zimbabue", dijo hoy el ministro de Saludd, David Parirenyatwa.
El Ministerio de Salud solicitó 250.000 dólares para llevar a cabo una limpieza de emergencia, que incluye el arreglo del alcantarillado bloqueado y fugas de tuberías, según recogieron medios locales.
La fiebre tifoidea estalló en el barrio chabolista de Mbare, en Harare, a finales del pasado mes y desde entonces se ha cobrado la vida de dos personas y ha infectado a otras 126 que están recibiendo tratamiento.
Sin embargo, el ex ministro de Finanzas y ahora en la oposición, Tendai Biti, afirmó haber visto datos que demuestran que la tasa de infección es mucho mayor y acusó a las autoridades de minimizar la magnitud de la crisis.
"El Estado está subestimando las cifras del brote de fiebre tifoidea. Es un brote masivo y el Gobierno ha perdido el control", alertó en un mensaje en su cuenta de Twitter.
El ministro de Salud reconoció que las condiciones de Harare son propicias para albergar enfermedades más mortales como el cólera y animó a simpatizantes, iglesias y miembros de la comunidad a ayudar a frenar la propagación de la enfermedad.
"Se alienta a la comunidad de Harare a buscar tratamiento temprano en el centro de salud más cercano cuando tengan signos y síntomas de tifoidea, cólera y otras enfermedades diarreicas", agregó.
Harare, al igual que muchos pueblos y ciudades del país, no consta de la suficiente agua potable, lo que obliga a los residentes a usar agua de pozos no protegidos.
Además, la basura puede llegar a acumularse durante semanas e incluso meses, algo que se suma a las altas temperaturas y las fuertes lluvias que se convierten en un nido para enfermedades infecciosas como la fiebre tifoidea.
En 2009 una epidemia de cólera acabó con la vida de 4.000 personas y decenas de miles infectados en Zimbabue.
Con información de EFE