La presión de 100 mil soldados rusos en la frontera de Ucrania, no solo es una amenaza por una posible invasión del país, también lo es para la permanencia de su presidente, Voloddymyr Zelenskyy.
El Político
Los servicios de inteligencia británicos afirmaron el mes pasado que Rusia está tratando de derrocar al gobierno de Zelenskyy. Pretende reemplazarlo con el líder de un pequeño partido que se opone a las ambiciones de Ucrania de unirse a la OTAN y la Unión Europea.
Caída del prestigio de Zelenskyy
Llegado al poder hace dos años y medio, con un gran prestigio, Zelenskyy comienza a ver como su popularidad empieza a decrecer.
Pero las cosas se han tornado complicadas para él.
Según una encuesta realizada en enero por el Instituto Internacional de Sociología de Kiev, solo el 30% de la población del país quiere que Zelenskyy se postule para un segundo mandato y aún menos, el 23%, votaría por él.
"Zelenskyy prometió poner fin a la guerra y derrotar la corrupción, pero esto no sucedió", dijo Anatoly Rudenko, un conductor de 48 años en Kiev.
"Los precios están subiendo, la corrupción no ha desaparecido y hemos comenzado a vivir aún más pobres".
"El milagro no sucedió. La situación solo está empeorando", dijo Tatyana Shmeleva, economista de 54 años.
Los rusos no necesitarían invadir
Los analistas sugieren que Moscú está tratando de reforzar el apoyo entre los políticos prorrusos en Ucrania. Y que la acumulación de fuerzas rusas cerca de la frontera de Ucrania tiene como objetivo en parte desestabilizar la política del país.
Vladímir Putin por lo demás se ha convertido en un especialista en “ganar guerras” sin participar, si no recuérdese Crimea, tomada por los prorusos, sin que el Kremlin hubiese disparado un solo tiro.