Varios yihadistas tomaron rehenes en una escuela primaria del sur de Filipinas, cerca de una ciudad donde el ejército filipino lleva un mes luchando contra combatientes vinculados a la organización Estado Islámico (EI).
Están dentro de la escuela y retienen a civiles. Los utilizan como escudos humanos", declaró por teléfono el capitán Arvin Encinas, portavoz de la división militar encargada del sector.
Los yihadistas colocaron bombas artesanales alrededor de la escuela, aseguró el portavoz, que indicó que desconocía el número de rehenes y si había niños entre ellos.
El ataque tuvo lugar en Pigkawayan, una localidad situada a unos 160 km de la ciudad de Marawi, en la isla de Mindanao, escenario de una ofensiva de yihadistas vinculados al EI.
El portavoz de las fuerzas armadas, Restituto Padilla, había indicado previamente que los asaltantes eran miembros de los Combatientes Islámicos por la Libertad de Bangsamoro (Biff), uno de los cuatro grupos de la región filipina de Mindanao (sur) que juraron lealtad al EI.