La macabra Agenda 2030, como he adelantado en muchos de mis análisis, es solo la primera parte de un reseteo global que se nos pretende aplicar a todos, sin previa consulta de ninguno de nosotros que es lo peor.
Esta agenda de 16 objetivos que en la realidad son bastante distintos a lo le hacen creer a la ciudadanía, plantea 16 metas claras, nefastas y maquiavélicas para ser aplicadas en un tiempo determinado, antes del año 2030.
Lejos de lo que muchos creen, las gestas de los hacedores de esta agenda, no solo se limitan al activismo entre la juventud, las cantidades multimillonarias que han desembolsillado para estas innobles causas, compra de medios de comunicación, así como movidas poderosas y maquiavélicas en aras de acelerar los tiempos para la cristalización de este perverso plan global, el mal siempre va más allá y ellos no son la excepción.
Su target principal es la niñez, la juventud. Con los más endebles se puede ejercer un trabajo más profundo de quiebre, manipulación e intervención, además, una persona intervenida es una persona perfecta para hacer lo que la imaginación de a lugar. Con los creadores de esta agenda, ya vemos que no hay límite alguno para sus perversiones.
No ha sido suficiente con intervenir en la educación de niños y adolescentes, no ha sido suficiente el bombardeo mediático que es auspiciado por mentes macabras como la de George Soros, no ha sido suficiente con la propaganda maquiavélica que se la ha hecho a temas como el aborto. Los titiriteros del mal, no paran y han descendido a nuevos niveles.
Cuando personas como yo hemos advertido –especialmente a padres– que no bajen la guardia y sospechen de todo, es porque tenemos razones de peso para aseverarlo.
Recientemente me topé con dos actividades que al investigar de que se trataban, me pusieron en aún más alerta de la que normalmente me encuentro, en especial con este tema.
Primeramente, me encuentro con que la Agenda 2030 tiene unos premios donde se destacan y galardonan a los mejores activistas en pro a cristalizar esos 16 objetivos falsos que propone de cara a la ciudadanía. Ni estos premios ni las demás actividades relacionadas con esta Agenda nefasta tienen publicidad más allá del de boca en boca de las redes sociales.
Estos premios tienen al menos un año de creados, y España es el país que los promueve, al menos de habla hispana. Para quien no lo sepa, España es el único y primer país en el mundo con un ministerio dedicado única y exclusivamente para la Agenda 2030.
¿Cuál es la finalidad de estos premios?
“Estimular y reconocer la trayectoria, dedicación y contribución de iniciativas y prácticas de entidades sociales, académicas y de la economía social al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 en España y en el mundo”. Al menos esto reza en el website que nace desde el gobierno español para ello, sin embargo, ésta es una premiación y reconocimiento de actuaciones y buenas prácticas para la aplicación de la Agenda 2030, es decir, quien esté más comprometido y sometido a este plan, quien haya sido mejor instrumento de promoción y reclutamiento para sus creadores.
La edad para entrar en estas nominaciones es de adolescente a adulto joven.
Me encuentro así mismo, una actividad paralela en tiempos con los mencionados premios, donde utilizan planes vacacionales para ideologizar aún más a los niños y jóvenes, circunscribiéndose a este contexto.
En lugar de hablar de actividades de exploración o didácticas, en esta oportunidad se trazan como meta, convencer a niños y jóvenes de cuanto deben comprometerse con esta agenda, el fin último es obviamente que ellos sean agentes que a su vez enarbolen la bandera de la “inclusión y diversidad” arrastrando a otros tontos incautos como ellos a su paso.
Está de más aclarar, que en esta merengada ideológica está incluido el paquete de siempre: lenguaje “inclusivo”, raza, sexualidad, identidad de género (borrado de las mujeres) y la manipulación perenne con las poblaciones llamadas por ellos mismos vulnerables. Como novedad este año han incluido de forma abierta a drag queens, inclusive en publicaciones con menores de edad.
Hablan de una “primera generación del programa Juventudes 2030”, lo que indica que van por más.
Estos planes vacacionales comenzaron a funcionar en México, país que ha sido clave para el desarrollo de esta agenda en la región.
Al igual que los premios y toda actividad de adoctrinamiento relacionado con esta agenda, está promovido de forma potente desde grandes plataformas y organizaciones como la ONU.
Me surgen demasiadas preguntas e inquietudes.
Por ejemplo ¿Realmente los padres investigan a qué actividades envían a sus hijos?
La masificación de la ciudadanía cuando hablamos de pensamiento crítico ¿realmente está tan grave?
Teniendo en cuenta estas dos interrogantes y sus posibles respuestas, es bastante evidente que el trabajo de concienciación y educación que unos pocos hemos hecho al respecto, debe profundizarse. Aunque por suerte las masas comienzan a despertar, sucede en tiempos lentos y no necesariamente al nivel que se requiere.
Si alguien pensaba que la maquiavélica Agenda 2030 era solo un invento de “conspiranoicos” y que se limitaría a los 16 objetivos fatulos que le han vendido al mundo finalizando en el año 2030, le tengo malas, muy malas noticias.
La pregunta que sigo haciendo y nadie me termina de contestar:
¿Qué vamos a hacer con esta agenda y sus promotores?
¡Hasta la próxima!