A menos de 24 horas de que comenzara la votación, en medio de una enorme polémica por el riesgo de contagio masivo, el gobernador de Wisconsin intentó cancelar las primarias que iban a tener lugar mañana, las únicas en celebrarse desde el 17 de marzo.
El Político
Fue una drástica decisión de Tony Evers, demócrata que ocupa el cargo desde hace un año, contra el criterio del legislativo estatal, controlado por los republicanos. Finalmente estos se impusieron acudiendo a las cortes de justicia.
El gobernador intentó aplazar la votación al 9 de junio. Ya son 12, los estados que han pospuesto sus primarias: Alaska, Connecticut, Delaware, Georgia, Indiana, Kentucky, Luisiana, Maryland, Nueva York, Pensilvania, Rhode Island y Virginia Occidental, además de Puerto Rico. Han pasado la primaria a voto por correo Hawaii, Ohio y Wyoming.
El sábado, el gobernador instó al congreso de Wisconsin a aplazar la votación por la emergencia sanitaria. Este, controlado por los republicanos, se opuso. Finalmente Peters optó por un decreto en el que fijaba una nueva fecha de votación del 9 de junio, mismo día en que acaba el plazo de voto por correo.
La gran mayoría de primarias aplazadas tendrán lugar en junio, por lo que el congreso del Partido Demócrata se ha pospuesto del 13 de julio al 17 de agosto. La Corte Suprema, sin embargo, anuló su decreto la misma noche.
Como Trump se presenta a la reelección y ha ganado de forma apabullante las primarias republicanas que sí se han celebrado, hay menos urgencia en su partido, que celebrará su congreso tras el de los demócratas, a finales de agosto. La elecciones presidenciales están previstas para el 3 de noviembre.
Las primarias de Wisconsin se celebran justo en el inicio de una semana que el cirujano general de EE.UU. definió en una entrevista televisiva con la cadena Fox News como «un momento similar al de Pearl Harbor», un ataque sorpresa efectuado por la Armada japonesa contra una base naval de EE.UU. en Hawaii.
Según dijo el gobernador Peters en un comunicado: «Francamente, no hay una respuesta óptima a este problema, desearía que fuera algo más fácil. Pero como hay municipios que están consolidando los puntos de votación, y en ausencia de acciones legislativas o judiciales, no puedo, en buena conciencia, no hacer nada».
Ante el contagio creciente en EE.UU., que ya suma 10.000 muertes, muchos funcionarios han anunciado que no participarán en la logística de la votación, por lo que había un centenar de localidades donde no podría haber urnas. En consecuencia, el resto iba a tener que recibir a vecinos de varias localidades, ampliando el riesgo de expandir aun más las infecciones.
Fuente: AP