Si alguna vez se preguntó por qué WhatsApp aumentó sus medidas de seguridad en los últimos tiempos, hasta llegar al extremo de cifrar las conversaciones de sus usuarios en abril de este año, debe saber que no es mera coincidencia. Las causas pueden ser varias pero en particular fue una la que determinó el desarrollo de un sistema de alta seguridad: las estafas que cada vez abundan más dentro de la aplicación.
La popular red de mensajería fue, sobre todo durante el año previo al cifrado, el principal blanco de los hackers que elegían apps para estafar a millones de personas. Como WhatsApp no tenía un muy buen nivel de protección, para los ciberdelincuentes era más fácil aprovechar la vulnerabilidad de sus usuarios.
Fue así como WhatsApp ganaba adeptos por un lado –actualmente tiene más de 1.000 millones de usuarios– pero recibía fuertes críticas por el otro. Hace un año, cuando la aplicación de mensajería aún no había activado el cifrado en las conversaciones, Electronic Frontier Foundation (EFF), una organización que defiende los derechos de libertad de expresión en internet, clasificó a la aplicación como una de las peores empresas a la hora de proteger la privacidad de sus usuarios.
Lucas Paus, especialista en la empresa de seguridad informática ESET, y Pablo Giordano, director de la empresa de seguridad informática uruguaya Arcanus, sostienen que la popularidad de WhatsApp es el principal factor que la convierte en blanco principal de hackers. "Las aplicaciones de mensajería instantáneas lideran el mercado y que sean gratuitas las hacen bastante tentadoras para los ciberdelincuentes", explicó Paus.
El Laboratorio de Investigación de ESET detectó en los últimos tiempos un patrón en las estafas más populares y, si bien su variedad es amplia, hay dos tipos que son los más usuales: cupones con descuentos o sorteos. El primer tipo es más común y consiste en una maniobra sin muchas vueltas. El usuario recibe mensajes de parte de un contacto previamente agendado, en los que se le informa que ciertas marcas de renombre le ofrecen un descuento en sus productos.
"La persona no desconfía mucho, porque son empresas serias y no relacionadas con el manejo de datos. Por eso se usan, generalmente, marcas de cadenas de comida rápida en lugar de bancos", contó Paus. Así es como empresas mundialmente conocidas, tales como KFC, Burger King, McDonald’s y Starbucks se han visto involucradas en estos casos.
Por lo general, los usuarios de WhatsApp reciben un mensaje con un voucher de 500 unidades de descuento en su moneda local y, para acceder a él, deben responder cuarto preguntas y compartir el enlace con 10 personas. "Lo más curioso es que las estafas varían dependiendo de la zona geográfica en la que viva el usuario. Esto es algo que realmente nos sorprendió ya que incluso algunas llegan a traducirse hasta en 10 idiomas", aclaró Paus.
Con información de Cromo