El diario The Washington Post lanzó un contundente editorial donde planteó que Vladimir Putin, jefe del Kremlin y responsable de la invasión a Ucrania ejecutada a partir del 24 de febrero pasado, está cometiendo un genocidio de acuerdo a la definición dada por las instituciones y organismos internacionales.
El Político
“La guerra es caótica, inexplicable y devastadora para los niños atrapados en ella”, comienza el texto.
Y prosigue: “Pero la guerra no es una excusa para sustraer niños a sus padres y a su nación, como está haciendo ahora Rusia en Ucrania. Esto está específicamente prohibido por la Convención de las Naciones Unidas para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948. El traslado de niños ucranianos a Rusia -y los intentos de lavarles el cerebro, eliminando su lengua y su cultura- es un crimen genocida que exige ser juzgado”.
Muchas señales del Washington Post a Putin
El diario con sede en la capital de los Estados Unidos, señala además que el secuestro de menores fue planificado por las autoridades rusas como parte de la invasión al vecino país, reportó Infobae.
El editorial cita a un texto publicado el pasado sábado 24 de diciembre escrito por los periodistas Robyn Dixon y Natalia Abbakumova, en el cual describen cómo son los mecanismos que utiliza Rusia para apropiarse de los niños ucranianos.
“Vladimir Putin promulgó en mayo un decreto que facilitaba a los rusos la adopción de niños ucranianos, y la comisaria rusa para los derechos de la infancia, Maria Lvova-Belova, que ‘aboga abiertamente por despojar a los niños de su identidad ucraniana y enseñarles a amar a Rusia’, está aplicando ‘enérgicamente’ esta política, informaron” los cronistas.
Comparan a Putin con los planes de la Alemania Nazi
El diario norteamericano compara a lo que realiza Putin con los planes de la Alemania Nazi.
“La disposición del tratado sobre genocidio se adoptó a la sombra de las atrocidades nazis, incluido un plan dirigido por Heinrich Himmler para secuestrar niños de Polonia y colocarlos en orfanatos alemanes o con familias alemanas para que se criaran como alemanes”.
“Las primeras condenas en los juicios por crímenes de guerra nazis fueron por secuestros de niños. El fiscal Harold Neely declaró que ‘no es defensa para un secuestrador decir que trató bien a su víctima’, y señaló que ‘estos niños inocentes fueron secuestrados con el propósito de ser adoctrinados con la ideología nazi y educados como ‘buenos’ alemanes’. Esto sirve para agravar, no para mitigar, el crimen”.
Más informes con pruebas
Ucrania está investigando más de 58.000 posibles crímenes de guerra rusos: asesinatos, secuestros, cañoneos indiscriminados y agresiones sexuales.
Los informes de The Associated Press y “Frontline”, registrados en una base de datos pública, han verificado de forma independiente más de 600 incidentes que parecen violar las leyes de la guerra. Algunos de esos ataques fueron masacres en las que murieron decenas o centenares de civiles y, en su conjunto, podrían dar cuenta de miles de crímenes de guerra individuales.
Como dijo a la AP Karim Khan, fiscal jefe de la Corte Penal Internacional en La Haya, “Ucrania es una escena del crimen”.
Sin embargo, esa extensa documentación se ha topado con una dura realidad. Aunque las autoridades han acumulado una cantidad asombrosa de pruebas —el conflicto es uno de los más documentados de la historia de la humanidad—, es poco probable que arresten pronto a la mayoría de quienes apretaron el gatillo o propinaron las palizas, y mucho menos a los comandantes que dieron las órdenes y a los líderes políticos que sancionaron los ataques.
Violó reglas de las Convenciones de Ginebra
Los expertos alertan que Rusia, bajo el presidente Vladimir Putin, ha ignorado repetidamente las reglas establecidas por las Convenciones de Ginebra, una serie de tratados que dictan cómo los países en guerra deben tratar a los ciudadanos de los demás, y el Estatuto de Roma, que estableció la Corte Penal Internacional y definió crímenes de guerra específicos y crímenes contra la humanidad.
“Estos abusos no son actos de unidades deshonestas. Más bien, son parte de un patrón profundamente inquietante de abuso congruente con lo que ya hemos visto de los compromisos militares anteriores de Rusia, en Chechenia, Siria y Georgia”, lamentó Beth Van Schaack, embajadora general de Estados Unidos para la Justicia Penal Global, al hablar este mes en la Corte Penal Internacional en La Haya.