Este miércoles el Gobierno de Estados Unidos informó que quiere reformar el Consejo de Derechos Humanos (DDHH) de la ONU, al que acusó de actuar con "sesgo" y adoptar posiciones "desequilibradas e injustas" en lo referente a Israel.
Redacción El Político
En efecto, la vicesecretaria de Estado adjunta de EEUU para Asuntos de Organizaciones Internacionales, Erin Barclay señaló que "a fin de tener alguna credibilidad y ya no digo algún éxito, el Consejo debe alejarse de sus posiciones desequilibradas e improductivas", según manifestó durante su intervención en el segmento de alto nivel de la 34 sesión del Consejo de Derechos Humanos.
Sostuvo que a medida que evalúan los futuros compromisos, Washington tendrá en cuenta las actuaciones del Consejo con un ojo puesto hacia la reforma para lograr que cumpla más plenamente su misión de proteger y promover los derechos humanos, reseñó Efe.
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En opinión de la Administración estadounidense encabezada por Donald Trump, crear una "mayor credibilidad aumentará nuestra capacidad de construir un mejor mundo para las personas en todos los países", afirmó Barclay.
Añadió que, al "volver juntos y de manera consistente nuestra atención hacia las situaciones de derechos humanos más graves, podemos hacer avances y ayudar a este órgano a cumplir su mandato de hacer un mundo mejor y más seguro".
Barclay explicó que EEUU "está más fuertemente comprometido que nunca con los derechos fundamentales", pero añadió que "demasiadas acciones de este Consejo no apoyan estos principios universales sino que se contradicen".
"Tanta gente en el mundo, también en algunos Estados miembros, sufren esfuerzos continuados de sus propios gobiernos para restringir los derechos humanos y las libertades fundamentales", recalcó, y apuntó a "detenciones arbitraria, ejecuciones extrajudiciales y violencia sexual y basada en el género".
"Eso es inaceptable, especialmente teniendo en cuenta el papel de liderazgo que los miembros de este Consejo tienen", indicó.
Washington está además "profundamente preocupada por el continuado foco injusto y desequilibrado que pone en un solo país democrático: Israel", explicó Barclay.
"Ninguna otra nación se encuentra en el foco de un punto de agenda entero. ¿Cómo puede ser esto una prioridad adecuada?", afirmó la diplomática estadounidense.
Sostuvo que "la obsesión con Israel al incluir el tema 7 en la agenda es la mayor amenaza a la credibilidad de este Consejo".
Barclay se refirió al punto en la agenda del próximo día 20 en el que el relator especial sobre los territorios palestinos ocupados desde 1967 presentará un informe sobre esta cuestión y los miembros del Consejo debatirán esta cuestión.
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Incluir este asunto en el calendario "limita lo bueno que podemos hacer, al hacer una burla de este Consejo", opinó Barclay.
Explicó que en estos momentos el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, "bombardea hospitales y obliga a sus propios ciudadanos a huir como refugiados a países vecinos" y en Corea del Norte e Irán "millones de personas ven denegadas su libertad de religión o culto, la reunión pacífica y la libertad de asociación y expresión".
"Cuando hablamos de los derechos humanos ningún país debe quedarse excluido del escrutinio, pero tampoco ningún país democrático debe quedar sujeto regularmente a un sesgo desequilibrado e infundado", opinó.
Recalcó así que "EEUU se opondrá a cualquier esfuerzo para deslegitimar o aislar a Israel, no solo en el Consejo de Derechos Humanos, sino dondequiera que ocurra".