El pasado martes se llevó a cabo el último debate demócrata antes de las primarias en Iowa el próximo 3 de febrero. Como era de esperarse, Warren y Sanders fueron las figuras más prominentes de un debate también esperado.
Sonia García/ El Político
Sin embargo, la atención cambió cuando la moderadora trajo a colación la supuesta declaración que Sanders le había hecho a Warren donde negaba la posibilidad de que una mujer fuera electa Presidente de los Estados Unidos.
El debate demócrata del pasado martes colocó a los senadores Elizabeth Warren y Bernard Sanders frente a frente después que resurgiera una supuesta declaración sexista de parte de Sanders.
Tal declaración habría sido hecha en una reunión privada entre ambos senadores en diciembre de 2018 y se coló en el público horas antes del debate. La senadora por Massachusetts corroboró esta declaración el mismo lunes sin ningún ánimo o intención de atacar a Sanders por ello.
No obstante, el senador de Vermont no dudó en negar tales palabras y calificarlas de ridículas. Para validar su argumento, recordó la victoria popular de Hillary Clinton sobre Donald Trump en 2016.
Adicionalmente, Warren hizo de la declaración una pregunta para recordarle al público que el género sigue siendo un tema principal y no uno secundario: ¿puede una mujer ser Presidente de los Estados Unidos?
Para responder a ello, Warren hizo hincapié en el histórico de victorias que su homóloga y también candidata, la senadora por Minnesota, Amy Klobuchar, y ella misma mantenían contra senadores republicanos.
Nuevamente, hubo un impasse cuando Sanders exclamó que él también había ganado en cada elección a senador desde 1990.
¿Pueden las mujeres?
Si bien el comentario del senador es cierto, el argumento de Warren no deja de tener validez. Teniendo en cuenta las limitaciones legales, políticas, económicas y sociales que han tenido que sobrepasar, las mujeres amasan un potencial de victoria sorprendente. El mismo Sanders se vio derrotado con la nominación presidencial de Hillary Clinton en 2016.
Si nos apegamos a la versión ofrecida por Warren, la declaración de que una mujer no pudiese llegar a ser Presidente estaría relacionada a que el senador Sanders no ve a una mujer obteniendo la candidatura oficial a la presidencia esta vez.
Las encuestas parecen estar de acuerdo, pues FiveThirtyEight lo proyecta en segundo lugar con el 23% de los votos para Iowa, siendo sobrepasado por Biden con el 27%. Mientras que Buttigieg tendría el 21% y Warren el 18% de los votos.
En consecuencia, la senadora no sería la favorita de lo más progresistas ni de los más moderados, a pesar de que las propuestas y la visión de Warren son más parecidas a las de Sanders que a las de Biden o Buttigieg.
En este sentido, a pesar de elevar el problema de género hasta las más altas instancias de la política, la misma sigue relegada a un segundo plano “por el bien del partido”, pues al final de su intervención Warren expresó la necesidad de que el candidato nominado sea capaz de unir al partido frente a Trump.
El país en números
Que ninguna mujer haya podido llegar a la Oficina Oval como Presidente no es una simple casualidad, sino una representación y un recuerdo de las barreras que separan a las mujeres de la vida pública y las posiciones de poder. Y si hay una figura con más poder que el Presidente, esa es la Corte Suprema, donde tampoco ninguna mujer en la historia de Estados Unidos ha llegado a ser Juez Presidente desde su fundación en 1789.
Asimismo, únicamente 4 mujeres se han desempeñado como Juez Asociado, siendo la primera la juez Sandra D. O’Connor (1981-2005). Seguida por las actuales jueces Ruth B Ginsgburg (desde 1993), Sonia Sotomayor (desde 2009) y Elena Kagan (desde 2010) frente a los restantes 110 jueces hombres. Además, nunca ha habido más de tres jueces mujeres en ejercicio simultáneo.
Cuando se trata del Senado, sólo 57 mujeres han sido senadoras, siendo Hattie Caraway la primera en ser electa en 1931 (Rebecca Felton fungió como senadora especial por un día en noviembre de 1922). De estas 57, 26 fungen actualmente en un Senado de 100 representantes. Por otro lado, de los 50 estados, sólo 6 son representados actualmente por dos mujeres, con otros 16 que jamás han sido representados por una mujer. Los restantes 28 estados han tenido al menos 1 mujer como senadora, pero ningún estado ha tenido más de 3 senadoras.
En el caso del Congreso, fungen 26 nuevas congresistas para un récord de 102 congresistas ejerciendo simultáneamente en enero de 2020. Sin embargo, el total histórico es de 326 mujeres congresistas desde 1789, siendo Jeannette Rankin la primera en ejercer en 1917, por el estado de Montana.
En resumen, si juntáramos a todas las mujeres que han ejercido tanto en el Congreso como en el Senado y la Corte Suprema, no podríamos sesionar hoy con un aforo completo.
Florida en números
De los 37 senadores que Florida ha tenido en su historia, sólo ha habido 1 mujer: Paula Hawkins, quien sirvió desde 1981 a 1987 bajo el partido republicano.
De los 27 congresistas actuales por parte de Florida, sólo 6 son mujeres: Stephanie Murphy, Kathy Castor, Debbie Wasserman, Frederica Wilson, Debbie Murcarsel-Powell y Donna Shalala. Todas pertenecen al partido demócrata. A ellas se les suman otras 7 mujeres en la historia de Florida que han llegado al Congreso desde 1845, año en que el estado pasó a ser miembro oficial de la Unión.