Este domingo se dará la segunda vuelta en las elecciones presidenciales de Argentina, y hay una porción de votantes que podría ser la diferencia sobre quien será el ganador, pero este sector no se ve representado en ninguno de los candidatos.
El Político
Abstención o “voto en blanco”, mejor conocido como voto nulo, es la opción de algunos ciudadanos argentinos, después de que exponen estar en desacuerdo con Massa y Milei, candidatos con mayor cantidad de puntos en las elecciones pasadas.
"Me parte el corazón porque no me parece bien, pero voy a votar en blanco porque no me gusta ninguno de los dos candidatos", dijo a la AFP esta mujer de 62 años.
"Uno me parece un desquiciado irrespetuoso y el otro no me parece buena persona. Conocemos su accionar de hace muchos años, me parece irrespetuoso desde otro punto distinto", señaló.
Los ciudadanos expresan que no poseen opciones viables o que no se identifican que con los candidatos. Para esta porción que podría ser decisiva en las venideras elecciones los contrincantes no son la mejor opción para el país.
"Muchos se ven sin alternativa. Hay un importante grupo de electores que siente mucho rechazo por ambos candidatos. Ellos pueden ser decisivos", opinó Benjamín Gedan, director del Proyecto Argentina en el Wilson Center de Washington.
"El país está dividido mitad y mitad. Yo voy a tomar la decisión en el último momento, después de haber sacado todas mis calculadoras", refirió Ernesto Velásquez, un empleado en informática de 41 años.
El entorno de las elecciones parece estar envuelto en una incertidumbre, ya que ambos tienen características que la población ve como negativa para un presidente nacional. Por su parte, los candidatos no han dado aseveraciones sobre estas declaraciones que se hacen cada vez más comunes en los ciudadanos argentinos.
En este contexto electoral unos 35,8 millones de personas están convocadas a las urnas el próximo domingo para elegir al presidente para los próximos cuatro años, entre el ministro de Economía, Sergio Massa, de 51 años, que casi alcanzó el 37% en la primera vuelta, y el economista libertario Javier Milei, de 53 años, que rozó el 30%.
Las encuestas apuntan un empate técnico ante unos comicios que ganará el aspirante que obtenga más votos válidos.