A la vacuna rusa contra el Covid le falta transparencia y, como si fuera poco, también carece de datos confiables. El alerta lo hace la comunidad científica, que duda acerca de las pruebas realizadas hasta el momento y de sus resultados en humanos. Pese a esas dudas, el gobierno de Argentina compró 25 millones de dosis de la Sputnik V para ser inoculadas a sus ciudadanos. El régimen de Maduro, en Venezuela, también pretende hacer vacunaciones masivas con el producto ruso.
El Político
La única información oficial que se conoce acerca de la vacuna rusa contra el Covid es que fue administrada a 76 voluntarios masculinos. Sin embargo se desconoce el resultado de esos ensayos o de otros estudios preclínicos. Por eso el tema despierta suspicacias en la comunidad científica internacional. El "avance" de la Sputnik V está registrado en ClinicalTrials.gov, que es algo así como la meca para los ensayos clínicos. Pero no hay nada concluyente sobre los pasos que se han seguido en los ensayos y el estatus de la vacuna experimental.
Lo que también llama la atención es que los alertas de los científicos del mundo acerca de la vacuna rusa contra el Covid no son nuevos. Pero hay gobiernos como el de Argentina y regímenes como el de Venezuela dispuestos a inocular a sus ciudadanos con la Sputnik V, aunque implique un riesgo. La vacuna fue aprobada sin terminar los ensayos.
En el caso de Argentina, el gobierno peronista de Alberto Fernández es cercano ideológicamente a Moscú. También tienen nexos comerciales binacionales. En ese marco, el gobierno argentino compró 25 millones de dosis de la vacuna rusa para aplicar dos dosis por persona.
"La respuesta inmune podría no ser directamente proporcional al grado de protección, solo se puede averiguar en ensayos a gran escala", explica Peter Openshaw, profesor de medicina experimental en el Imperial College de Londres, Reino Unido, en una nota publicada por Infotechnology. Sin embargo, Rusia prueba su vacuna en 40.000 personas sin cumplir los protocolos básicos.
Desde hace dos meses la comunidad científica advierte de los peligros, como informa la cadena Telemundo en este video:
La vacuna rusa se aplica solo de forma voluntaria, así Putin se lava las manos
Otro elemento que genera dudas es la afirmación del Ministerio de Salud de Rusia acerca del periodo de inmunidad. Aseguran que la respuesta inmune con la Sputnik V dura hasta dos años, cosa que no promete ninguna de las otras vacunas que están en ensayos en el mundo.
La mayoría de los otros proyectos de vacunas en Fase III como los que lideran los laboratorios Pfizer-Biontech, Oxford-Astrazeneca, Johnson&Johnson, Moderna, Sinopharm o CanSino Biological en sus distintos países han comenzado su estudio de Fase III en julio y agosto 2020, el proyecto de Sputnik 5 lo comenzó recién en septiembre, siempre apostando a la plataforma basada en vectores de adenovirus humanos.
Aún ninguno puede proclamar eficacia ni seguridad porque no han concluido los rigores, ni la aprobación de la Fase III. Sputnik V tampoco, destaca Infobae.
Obviamente, el mandatario ruso, Vladimir Putin encontró la manera de lavarse las manos si algo sale mal: aclaró que la vacunación de la población solo puede hacerse de forma voluntaria.