Los desencuentros personales entre los cuatro principales líderes políticos siguen imposibilitando la formación de un gobierno ocho meses después de las elecciones de diciembre de 2015. El veto de Pedro Sánchez a la continuidad de Mariano Rajoy impidió el viernes que se desbloqueara la situación pese a que el candidato del PP acudió al Congreso con 170 apoyos, a solo seis de la mayoría absoluta. Al tiempo, el desencuentro entre Pablo Iglesias y Albert Rivera provoca una paradoja: Podemos y Ciudadanos coinciden en preferir un gobierno del PSOE a uno del PP, pero no logran dotar a esa operación de los votos suficientes porque son mutuamente excluyentes. “Los personalismos están bloqueando el país”, dijo ayer Rivera en referencia a Rajoy y Sánchez.
Rajoy-Sánchez. “Cuatro años de mayoría absoluta [del PP], cuatro fracturas políticas: la territorial, la social, la económica y la política”. Así resumió el viernes Sánchez su opinión sobre Rajoy, que a su vez se negó a negociar la investidura como presidente del líder socialista cuando esté firmó en febrero un pacto de gobierno con Ciudadanos. Esa decisión ha dejado cicatrices sin suturar. Ni con 170 votos a favor —los del PP, Ciudadanos y Coalición Canaria— logró Rajoy el viernes que se abstuviera Sánchez, que se refirió a él como “señor candidato”, sin siquiera pronunciar su nombre. El secretario general del PSOE llegó a plantear una alternativa: un gobierno socialista sustentado por “las fuerzas del cambio”.
Iglesias-Rivera. Tanto en marzo como ahora, el proyecto de Sánchez se ve imposibilitado por el desencuentro entre Iglesias y Rivera. Los líderes de los dos nuevos partidos acudieron a las elecciones del 20-D como cómplices, unidos por su deseo de derrotar al bipartidismo. Hoy a Podemos y a Ciudadanos les separa la misma distancia que al PP y al PSOE porque ambos se han reafirmado frente a sus electorados por oposición a las propuestas del contrario. Así, tras escuchar la oferta de Sánchez para formar un gobierno alternativo al del PP, Iglesias e Iñigo Errejón advirtieron de que su formación es “incompatible” con Ciudadanos, sobre todo en materia económica y territorial. Los consejeros de Rivera, consultados por este diario, coinciden en el diagnóstico, e incluso dudan de que el PSOE y Podemos sean capaces de lograr un acuerdo.
Iglesias dejó claro en sus intervenciones ante el pleno del miércoles su desprecio por Rivera, al que tildó de “chicle de MacGyver del régimen”. El líder de Ciudadanos también criticó al de Podemos. Mantiene, además, su posición de inicios de año: cree que cualquier cosa es mejor que un gobierno en el que esté Podemos, según fuentes de su Ejecutiva.
Rivera-Rajoy. El líder de Ciudadanos rompió su principal promesa electoral —no favorecer la continuidad de Rajoy— al firmar un pacto de investidura con el PP. Eso no ha frenado las críticas de Rivera a Rajoy. Sus consejeros aspiran a que un gobierno en minoría permita a Ciudadanos aprovechar la debilidad del PP para imponer sus reformas. Y como Rivera cree que no hay gobierno por la enemistad personal entre Rajoy y Sánchez, el viernes lanzó un mensaje que se interpretó como una petición de que el PP cambie de candidato. “Les voy a decir una cosa muy clara: nosotros estaremos a la expectativa si algún candidato del PP tiene una investidura viable, pero no investiduras que no sean viables, señor Rajoy”.
Con información de El País