El Servicio Secreto detuvo el jueves en Washington a dos hombres que tenían todo un arsenal de armas y munición en un vehículo con el que rondaban la embajada de Ucrania en el barrio de Georgetown.
El Político
Ambos habían recorrido casi mil kilómetros para tratar de unirse a la resistencia contra la invasión rusa en ese país europeo, reportó ABC.
Un empleado de la embajada ucraniana en Washington dijo a este diario el viernes que de momento, Ucrania ha recibido 3.000 solicitudes de ciudadanos estadounidenses para unirse a las Fuerzas Armadas de ese país.
El interés de los ciudadanos se despertó luego de que el Gobierno en Kiev afirmara que eliminaría cualquier requerimiento de visado para aquellos que quieran combatir contra el invasor ruso.
Ese diplomático aceptó hablar con ABC bajo condición de anonimato pues las cifras no son aún oficiales. La mayoría de esos alistados tienen experiencia de combate, según esa fuente.
"Legión Internacional"
El domingo pasado, Volodimir Zelenski, el presidente ucraniano, anunció que iba a crear lo que llamó una «Legión Internacional».
«Cualquiera que quiera unirse a la defensa de Ucrania, Europa y el mundo, puede venir y luchar codo con codo con los ucranianos contra los criminales de guerra rusos».
Así lo dijo un comunicado que fue colgado en la página web del Gobierno de Ucrania.
Los veteranos estadounidenses atendieron el llamado del presidente Volodímir Zelenski, quiense reunió este sábado de manera virtual con 280 miembros del Congreso de EEUU para pedirles que envíen más aviones a Ucrania, prohíban la importación de petróleo ruso y excluyan a Rusia de los mecanismos de pago Visa y Mastercard.
Cerca de 16.000 extranjeros están combatiendo junto a los ucranianos
Las últimas cifras de Kiev a finales de esta semana son de 16.000 extranjeros combatiendo junto a los ucranianos.
Justo el día en que el Gobierno de Ucrania hizo ese llamamiento, este diario habló con un grupo de tres jóvenes de entre 22 y 27 años que protestaban contra la invasión vestidos de camuflaje y con la boca cubierta por un pasamontañas ante la Casa Blanca en una concentración con miles de personas.
Los tres, residentes en Virginia y nacidos en EE.UU. de padres o abuelos ucranianos, dijeron que quieren ir a luchar en el país europeo.
No obstante, solo uno de ellos decía haber servido en las Fuerzas Armadas estadounidenses.
Uno de los tres, que aceptó dar el nombre de pila Mikhailo, dijo: «Si no vamos nosotros a Ucrania, Putin acabará viniendo aquí, o es que no creen que apuntará sus armas nucleares a Washington».
Otro de los jóvenes, que se identificó como Andriy, llevaba una bandera roja y negra del Ejército Insurgente Ucraniano.
Se trata de una milicia de nacionalistas ucranianos que lucharon contra ambos bandos en la II Guerra Mundial para lograr una estado independiente, llegando a colaborar con el ejército nazi alemán como estrategia para lograr sus objetivos.
Diversos historiadores los acusan de asesinar a judíos y a polacos, por lo que Rusia y sus medios estatales, además de otros, consideran su bandera fascista.
Con buenos ojos
Lo cierto es que la Casa Blanca ve con buenos ojos ese alistamiento, especialmente después de que haya advertido repetidamente de que no enviará tropas a Ucrania a rescatar a norteamericanos en caso de que Putin culmine su invasión.
Al ser consultada sobre la posible participación de ciudadanos estadounidenses en una guerra contra Rusia, una de las portavoces de la presidencia estadounidense, Karine Jean-Pierre, dijo:
«Los ucranianos han demostrado su coraje y están recurriendo a todos los recursos y estrategia que tienen para defenderse", indicó.
Agregó que "aplaudimos su valentía, sin embargo, nuestras alertas contra viajar a Ucrania siguen en pie. Los ciudadanos estadounidenses no deberían viajar a Ucrania".
Elevado nivel de alerta
El jueves 24 de febrero, el departamento de Estado de EE.UU. aprobó un elevado nivel de alerta con el cual pide a sus ciudadanos que no viajen a Ucrania por la guerra.
Esto contrasta con otros países aliados, como Reino Unido, cuya ministra de Exteriores, Liz Truss, ha expresado su apoyo manifiesto a los británicos que quieran tomar armas contra Putin en Ucrania.
Desde entonces, según han informado los medios británicos, centenares de ciudadanos de ese país han acudido a combatir a los rusos. Noticias similares se han publicado en Canadá.
Los largos años de guerra en Afganistán e Irak han creado todo un sector de mercenarios en EE.UU., y el más destacado de los empresarios que se dedican a ello, Erik Prince, llevaba meses antes de la invasión rusa planteando a la Casa Blanca crear un Ejército paramilitar para apoyar a Ucrania.
Compañía armada con veteranos de guerra ucranianos
La revista ‘Time’ reveló en 2021 que Prince propuso a Kiev un plan para formar una compañía armada con veteranos de guerra ucranianos.
El plan contemplaba el establecimiento de fábricas de municiones y la creación de un consorcio de aviación en Ucrania. Prince es el fundador de Blackwater y fue empleado en esa empresa hasta 2010,
Y en febrero de 2022, Prince dijo en una entrevista en la cadena Fox News que en diciembre le planteó al Gobierno de EE.UU. otro plan para enviar a Ucrania 140 aviones militares norteamericanos que iban a ser retirados, para repararlos y que los pilotaran mercenarios frente a Putin.
La Casa Blanca se ha negado a facilitar el combate directo contra Rusia
De todos modos, ante la negativa de la Casa Blanca a facilitar el combate directo contra Rusia, por los riesgos de escalada nuclear, de momento no hay compañías estadounidenses de seguridad privada que hayan anunciado planes de movilizarse en Ucrania.
Los socios europeos y EE.UU. sí están enviando cazas, misiles, armas, munición y demás a Ucrania.
Con sus propias armas
Por su parte, los dos hombres detenidos en Georgetown el jueves querían viajar a Ucrania con su propio armamento: un arma larga y dos cortas, además de la munición y chalecos de protección.
El coche en el que viajaron llevaba una placa en la que el dueño decía ser veterano del Marine Corps.
Tras ser detenidos dijeron a los agentes, según el diario ‘The Washington Post’, que su intención era viajar a Ucrania con ayuda de la embajada de ese país en Washington. Ambos pasaron a disposición judicial acusados de tenencia de armas ilegales, entre otros cargos similares.
Ante este llamamiento, el Kremlin ha dicho que ninguno de los mercenarios capturados por Rusia en Ucrania será considerado prisionero de guerra según las convenciones humanitarias que rigen en escenario bélico.
«Ninguno de los mercenarios que Occidente está enviando a Ucrania para luchar por el régimen nacionalista en Kiev pueden ser considerados combatientes de acuerdo con el derecho internacional humanitario o disfrutar del estatus de prisioneros de guerra».
Así lo dijo el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov.