No obstante las inmensas dificultades de nuestra vida política, la República ha permanecido, se ha erigido sobre los fundamentos del derecho. Apreciando nuestra historia no solamente por haber trascurrido sino también ante la inquietud de si la misma hubiere sido diferente o mejor de lo que sido, no nos cabe duda alguna de que la independencia era necesaria, se justificó y era inevitable.
El Político
Razones diversas fundamentadas en la reflexión de las doctrinas, los principios que inspiraron la época, las razones de hecho que permitieron desarrollar el movimiento, la distancia geográfica entre ambos continentes, las políticas y los estilos de gobierno que alteraron la relación entre los nativos de América y los peninsulares, fueron entre otras las causas que alteraron a uno y otro lado las realidades y estimularon directa e indirectamente el desarrollo de los acontecimientos.
El ideario de la independencia que se desarrolló en todos los lugares a través de los principales pensadores de aquella época excepcional señalan las circunstancias ocurridas en uno y otro sitio, el reclamo contra el autoritarismo, la necesidad de relaciones equitativas, el sentimiento contra la opresión, la falta de equidad, la ausencia de visión oportuna que al no comprender la evolución de la sociedad americana lo cual determinó la manifestación de sus actores y la imposición de las circunstancias y las exigencias revolucionarias.
El 5 de julio de 1811 representa para Venezuela la formalización de una trascendente resolución política que instauró nuestra primera existencia republicana, el sentido de los derechos y deberes del hombre, la conformación de una República con alcance de confederación, la presencia significativa del poder civil que predominó entre los diputados que a nombre de los pueblos suscribieron aquel acto eminente de compromiso, fe y decisión nacional.
El espíritu republicano permanece
Desde entonces, no obstante las inmensas dificultades de nuestra vida política, la República ha permanecido, se ha erigido sobre los fundamentos del derecho, la independencia, la división de los poderes, la soberanía, la independencia de la nación, la responsabilidad de los gobernantes y la dignidad del pueblo. No obstante los errores y faltas que han atropellado tales principios, la República como gobierno de la ley y como reconocimiento de la legitimidad del pueblo, está allí, con su significado, con su presencia histórica indudable, con su aspiración y vocación de permanencia bajo los dictados que la Constitución consagra y el mandato del pueblo.
Cuántas veces en nuestra historia esa lucha por la civilidad ha permanecido enfrentando el atropello dictatorial y las crueldades de la opresión. En muchos episodios, en los más difíciles de nuestra vida ciudadana, estos principios nuevamente han recobrado significado y han trascendido más allá de nuestras circunstancias momentáneas inspirando la lucha política y la acción decidida del pueblo que reivindica sus derechos.
El 5 de julio no es solamente una declaración de independencia, significa un llamamiento a la República, una conquista de derechos, una exaltación inequívoca de la soberanía popular, un cambio de la historia, el pronunciamiento singular de una Nación que no puede existir sin ser libre.
Recordar aquel gesto implica para las generaciones actuales y futuras el compromiso de preservar cuanto representa su legado, su mandato ejemplar, su exigencia de lo que Venezuela nunca debe dejar de ser libre, soberana, independiente.
José Félix Díaz Bermúdez, historiador
Tomado de El Universal