Después de la declaración aprobada por el Papa Francisco, en la que se bendicen los matrimonios homosexuales, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano emitó un comunicado para aclarar que estas uniones no son un “visto bueno" por la Iglesia, por lo tanto, las ceremonias tendrán una duración de entre 10 y 15 minutos.
El Político
El texto aclaratorio difundido por el Discaterio reafirma su postura "firme y tradicional" sobre el matrimonio y la homosexualidad y explica que las bendiciones no respaldan una forma de unión que consideran moralmente inaceptable.
A su vez el comunicado indicó que las bendiciones no ritualizadas no consagran a la persona o pareja que las recibe, ni justifican todas sus acciones, ni ratifican su estilo de vida.
No cambia la “verdadera creencia del matrimonio”
En concreto, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe aseguró que la declaración aprobada por el Papa Francisco en diciembre no modifica la "doctrina sobre el matrimonio". Además, señala que son los obispos quienes deben discernir su aplicación de acuerdo al contexto. Es importante destacar que esta declaración no aprueba ni justifica las situaciones en las que se encuentran dichas personas.
Asimismo el comunicado también aclaro que cada obispo tiene la autorización de la Declaración ‘Fiducia supplicans’ para realizar bendiciones sencillas en su diócesis, siguiendo las recomendaciones de prudencia y cuidado. Sin embargo, no se les permite proponer o habilitar bendiciones similares a un rito litúrgico.
Además algunos obispos han establecido que los sacerdotes pueden discernir y realizar estas bendiciones en privado, siempre y cuando se respete el texto firmado y aprobado por el Sumo Pontífice.
En otro punto, el texto también menciona países donde la homosexualidad es un tema delicado. En estos casos, el Vaticano señaló que, aparte de las cuestiones relacionadas con las bendiciones, existe una necesidad de abordar de manera integral la labor pastoral a largo plazo. Esto incluye la formación, la defensa de la dignidad humana, la enseñanza de la Doctrina Social de la Iglesia y la implementación de diversas estrategias que no permiten apresuramientos.