El peruano Mario Vargas Llosa, una de las mentes intelectuales más lúcidas del mundo de habla hispana, ha expresado su permanente preocupación y crítica constructiva hacia Latinoamérica, por la expansión de la fiebre autoritaria de las ideologías de la izquierda trasnochada en la región.
El Político
En el marco del foro Gran Desafío de la Hispanidad: de la leyenda negra al narco-comunismo, realizado en la ciudad de Madrid, España, el pasado 1 de febrero. Un evento patrocinado por la Fundación Foro Libertad y Alternativa – L&A, organización multidisciplinaria que trabaja por la preservación de la democracia en España.
El Premio Nobel de Literatura 2010, se refirió al caso específico de Venezuela, del cual comento que: “los venezolanos demostraron una gran ceguera cuando eligieron a Hugo Chávez Frías como presidente de la República, en unos comicios libres".
Vargas Llosa, quien preside la Fundación Internacional para la Libertad – FIL, recordó —de forma punzante— a la audiencia, que en las primeras elecciones libres donde salió electo Chávez, él tenía muchos amigos empresarios que iban a apoyarle.
Mario Vargas Llosa: “Los comunistas no saben gobernar pero sí saben conservar el poder, Maduro no va a entregar jamás el poder mientras pueda” https://t.co/CXyaotioAD pic.twitter.com/R7r7v0K78q
— NTN24 (@NTN24) February 1, 2022
Vargas Llosa agregó que: "había que estar completamente ciego, respecto a todo lo que es la historia de América Latina. Cómo vas a votar por el comandante, quien al día siguiente de ganar las elecciones va a desmentir todo lo que dijo en esa campaña electoral. Bueno, pues así fue. Los venezolanos en cierta forma, se entregaron a Chávez, creyéndole todas las mentiras que dijo en esa primera campaña electoral. Pues ya nunca más hubo elecciones libres en Venezuela. Lo que hay es una fiebre autoritaria".
Y añadió: "mientras América Latina tenga la fantasía de que la extrema izquierda va a resolverle los problemas, no hay esperanza. Tendría que salir de esa trampa, de esa mentira de elegir lo que han elegido. Por ejemplo, los países asiáticos, hoy en día son los únicos que han prosperado de verdad".
También se refirió al caso de Cuba: "creíamos que con la tragedia de Cuba se terminaban las desgracias en América Latina y, fatalmente, no ha sido así. Muchos países han imitado Cuba o tratando de imitarla y se han arruinado y destruido las perspectivas de desarrollo que había en ellos".
Por su parte, Antonieta Jurado-Blanco, activista por los derechos humanos y la libertad de expresión, esposa de Miguel Henrique Otero, presidente editor del Diario El Nacional, publico en ese mismo diario lo siguiente: "(…) un comandante faccioso intentó dar un golpe de estado en el año 92 y el Ejército venezolano se comportó de acuerdo a la Constitución y a leyes vigentes en el país".
Jurado-Blanco agregó: "de manera valiente y hasta heroica, ese ejército derrotó a los faccioso, mandó al comandante Chávez a la cárcel. De esta manera sentó un precedente en América Latina: que habían militares que estaban contra los golpes de Estado y que acataban la Constitución y las leyes del país".
Y prosigue. "no fue, pues, un militar el que se levantó contra el país, fue un faccioso, fue una figura que luego pasaría a hacerse popular para ese momento. Él era un desconocido y los militares venezolanos actuaron dentro de la ley. Posteriormente, no fue un militar, sino un un civil, el presidente Rafael Caldera, quien amnistió a Chávez y lo sacó de la cárcel. Y unos años después apoyó su candidatura.
A manera de conclusión
Para Vargas Llosa se está perdiendo Latinoamérica. Los casos de México, Nicaragua, Bolivia, Chile, Cuba, Honduras, Perú y Venezuela, indican que el mundo dictatorial de izquierda está creciendo en la región. Estamos frente al camino contrario a la democracia. Colombia, con Gustavo Petro, y Brasil, con Luiz Inácio Lula da Silva, podrían entrar en esa línea. Solo Uruguay se salva.
Vargas Llosa concluye: "Latinoamérica vive momentos muy difíciles, va muy mal. Los demócratas estamos llamados a movilizarnos, a actuar, a defender la democracia, la libertad y los derechos humanos en la región. De lo contrario, el continente va a ser barrido por una fiebre autoritaria".