La obsesiva idea de construir un muro que separe a Estados Unidos de su vecino México es, tal vez, el mejor ejemplo de cómo piensa Donald Trump acerca de los migrantes. Esa línea dura es mal vista en California, donde aseguran que se está aplicando mano férrea a los inmigrantes solo con fines políticos.
El Político
Los detractores de Trump en el estado de California denuncian el incremento desmedido de las redadas de las autoridades migratorias.
Señalan que, aun en medio de la pandemia, la persecución a indocumentados va in crescendo. Esto los hace temer que las deportaciones también se eleven.
Denuncian que estas medidas van dirigidas a los votantes nacionalistas y supremacistas blancos. La severa política migratoria es considerada un intento de ayudar a Donald Trump en su campaña de reelección, detalla Los Ángeles Times.
Los principales operadores de la estrategia trumpista son el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). En las últimas semanas, ambos entes han desplegado intensos operativos en California.
Aunque pueda sorprender, también en Florida se ha sentido el rigor de los operativos de control de inmigrantes. Esto ocurre pese a la importancia del voto latino en Florida, y lo contraproducente que resulta emprender una "cacería de migrantes" en ese estado donde el tema resulta tan sensible.
En busca del voto duro que funcionó en 2016
Desde el día en que asumió la presidencia, Trump ha tratado de frenar la inmigración. Comenzó por restringir los viajes de algunos países de mayoría musulmana. Insistió en levantar el muro con México, pero no ha podido. También logró acuerdos para deportar, casi de inmediato, a solicitantes de asilo de ciertos países, destaca El Financiero.
Este tipo de acciones fueron parte de su oferta electoral en 2016, cuando obtuvo el triunfo. Por esa razón insiste en repetir la dosis.
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