Uruguay pidió hoy en la ONU castigos para los Gobiernos que bombardean hospitales y otros objetivos civiles y urgió a las potencias internacionales a controlar sus ventas de armamento.
"Es una obligación de la comunidad internacional propender a la identificación y castigo de los culpables", defendió el canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, en un discurso ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Nin Novoa, que presidió una sesión centrada en los ataques contra hospitales y personal sanitario en las guerras, recordó que para acabar con la impunidad, los Estados deben garantizar investigaciones sistemáticas.
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Además, pidió que el Consejo de Seguridad también "asuma su responsabilidad" e imponga sanciones a los responsables o remita casos a la Corte Penal Internacional (CPI).
Pese a que el Consejo de Seguridad adoptó el año pasado una resolución para tratar de combatir los ataques contra hospitales, éstos han seguido produciéndose e incluso aumentando durante los últimos meses en países como Siria, Yemen, Afganistán, Irak o Sudán del Sur.
"A todos nos consta que la mayoría de los ataques sobre hospitales e instalaciones sanitarias no son parte de los llamados daños colaterales, sino que se trata de acciones premeditadas y fríamente calculadas", dijo el canciller uruguayo.
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Nin Novoa subrayó que los "ataques más devastadores son los efectuados por vía aérea" y recordó que en ninguna de las guerras en cuestión los llamados rebeldes tienen fuerzas aéreas propias.
"Quienes sí tienen fuerzas aéreas son los Estados involucrados en los conflictos y, por consiguiente, la responsabilidad primaria recae sobre dichos Estados", denunció.
El representante uruguayo también consideró responsables a los países que "suministran y venden, o autorizan a sus pujantes y prósperas empresas el suministro y la venta, de los aviones y su correspondiente armamento".
Fuente: EFE