Uruguay ratificó la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores de la Organización de Estados Americanos (OEA) y se convierte en el segundo país del continente en hacerlo, después de Costa Rica, informó hoy la Presidencia en su web.
El documento de la OEA -que ya contaba con la sanción de la Cámara de Diputados uruguaya- fue aprobado por el Senado el miércoles.
Tras la ratificación, el texto de la OEA es vinculante para Uruguay, "que deberá generar las modificaciones necesarias para lograr lo establecido en la convención, que amplía la protección de los derechos de las personas mayores", dice el documento publicado hoy por la Presidencia.
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Según el texto de la propia convención, este instrumento surge de la necesidad de establecer una herramienta "regional jurídicamente vinculante" que proteja los derechos humanos de los ancianos y "fomente un envejecimiento activo en todos los ámbitos".
Asimismo, el texto de la Convención contempla la creación de un mecanismo de seguimiento "a los compromisos adquiridos" por los países a fin de promover su "efectiva implementación", el cual estará integrado por una Conferencia de Estados Parte y un Comité de Expertos.
"El Mecanismo de Seguimiento quedará constituido cuando se haya recibido el décimo instrumento de ratificación o adhesión", indica el documento de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores en su capítulo sexto.
Cabe destacar, que según se recoge en el apartado "notas de pie de página" de la citada convención, tanto Estados Unidos como Canadá han mostrado sus reservas en cuanto a la idoneidad del texto.
Por su parte, Canadá destaca que "ha planteado inquietudes en el sentido de que las actividades para la adopción de esta convención duplicarán la labor que se está llevando a cabo en el Grupo de Trabajo de Composición Abierta de las Naciones Unidas sobre el Envejecimiento".
En tanto, EE.UU considera que, "en lugar de promover este nuevo instrumento, sería mejor que la OEA y sus Estados Miembros dedicaran sus recursos a identificar medidas prácticas que los Gobiernos de las Américas podrían adoptar para combatir la discriminación contra las personas mayores".
Si bien estima "que es importante que la OEA y las Naciones Unidas aborden los muchos desafíos que afrontan las personas mayores" en el continente y "en todo el mundo".
Otros países que han manifestado sus reservas ante el contenido de la convención son Nicaragua, Venezuela y Paraguay.
En tanto, Jamaica señala que "no deberá interpretarse que la convención va en detrimento del principio de la santidad de la vida protegido conforme a la Declaración Universal de Derechos Humanos ni que con ella se crea un derecho a morir".
La Asamblea de la OEA -organización integrada por 34 Estados- aprobó el documento en 2015 y luego cada país lo ratifica para su entrada en vigencia, como ocurrió en Uruguay y en Costa Rica.
Con información de EFE