El alto tribunal tomará decisiones tras la indagtoria al ex presidente de Colombia, en el caso por presunta manipulación de testigos y fraude procesal. Los jueces que escucharon al ex gobernante deberán determinar si lo inculpan o lo liberan de sospecha.
El Político
En el 2014 empezó este lío judicial. El expresidente Álvaro Uribe denunció al senador Iván Cepeda por supuesta manipulación de testigos. Lo señaló de ir por las cárceles ofreciendo beneficios a paramilitares para que hablaran en su contra y entregó a la Corte Suprema varios audios como prueba.
Iván Cepeda, por su parte, obtuvo dos testimonios de exparamilitares que señalan a las familias: Uribe Vélez, Gallón Henao y Villegas Uribe de supuestamente estar relacionadas con la creación del Bloque Metro de las Autodefensas en inmediaciones de la finca Guacharacas, propiedad de la familia Uribe Vélez.
Cepeda llamó mentiroso a Uribe
Cepeda dijo tras escuchar el discurso o que Uribe había faltado a la verdad: "Escuchamos al senador Uribe amalgamar todas sus mentiras sobre el contenido del expediente, con un acto de arenga electoral absolutamente descarado. Eso lo único que muestra es el desespero que tiene Uribe frente a un hecho que es hoy una realidad. Es una investigación que va adelante y que hoy ha cumplido un muy importante momento procesal".
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Uribe fue interrogado este martes por el máximo tribunal en un proceso que podría desencadenar su eventual juicio por manipulación de testigos. Es la primera vez que un ex jefe de Estado colombiano responde en indagatoria ante la Corte Suprema.
Lo que puede pasar
De 67 años, el ex mandatario derechista enfrenta una investigación por manipulación de testigos en su calidad de senador, que podría llevarlo a juicio por dos delitos relacionados (soborno y fraude procesal) y que son castigados con unos ocho años de cárcel.
Los jueces que escucharon al ex gobernante deberán determinar si lo inculpan o lo liberan de sospecha.
En el primer caso, enfrentaría un llamado a juicio y pueden incluso ordenar su detención para evitar que huya o interfiera en el proceso. Cualquier decisión podría tardar días en conocerse.
Un puñado asistió temprano a una misa en la Catedral de Bogotá antes del comienzo de la citación y luego se trasladó a la corte. Allí se encontraron con cientos de opositores del exmandatario, que exigen prisión para él. "No más Uribe", corearon.
Visiblemente conmovido el expresidente el exmandatario se refirió a la diligencia judicial que atendió este martes. Manifestó que "le dolía" el llamado a indagatoria y que se afecte al representante Álvaro Hernán Prada.
Uribe, quien gobernó entre 2002 y 2010 con una política de seguridad de mano dura tan aplaudida como criticada, ingresó al tribunal fuertemente escoltado bien temprano en la mañana. En las afueras del Palacio de Justicia se congregaron simpatizantes y opositores.
El peso político y popularidad del también senador Uribe -jefe del partido en el poder y mentor del actual mandatario Iván Duque- hacen que su caso trascienda el ámbito jurídico y más cuando restan días para las elecciones locales del 27 de octubre.
"No hay una palabra mía que viole la ley", sostuvo Uribe.
Los ex presidentes populares en latinoamérica suelen ser investigados o enjuiciados tras dejar el poder y cuyos casos se convierten en terremotos políticos. Ocurrió así con Lula en Brasil, Cristina Kirchner en Argentina, Rafael Correa en Ecuador, Alberto Fujimori en Perú o Ricardo Martinelli en Panamá
Opositor del proceso de paz con los antiguos rebeldes de las FARC, Uribe no solo es el jefe del Centro Democrático (en el poder desde agosto de 2018), también fue el senador más votado y hoy es protagonista de la campaña para los comicios de alcaldes y gobernadores al lado de sus candidatos.
El ex mandatario terminó enredado en un giro insospechado de la justicia. En 2012 presentó una denuncia contra el senador de izquierda Iván Cepeda por un supuesto complot en su contra apoyado en testimonios falsos.
Uribe sostiene que Cepeda -uno de sus mayores adversarios políticos y testigo en su proceso- contactó a ex paramilitares presos para que lo involucraran en actividades criminales de los grupos de ultraderecha que combatieron a sangre y fuego a las guerrillas izquierdistas.
Ambos bandos cometieron violaciones de derechos humanos en medio del conflicto que desde hace seis décadas desangra a Colombia, y que Uribe intentó sofocar sin éxito mediante una política de abierta confrontación.
Pero la corte se abstuvo de enjuiciar a Cepeda y en cambio decidió abrir en 2018 la investigación contra el exmandatario bajo la misma sospecha: manipular testigos contra su opositor y tratar de cambiar declaraciones que lo comprometen con paramilitares.
Además de este expediente, Uribe está vinculado a más investigaciones por presuntos delitos penales, aunque ninguna había ava
El hoy senador hizo un extenso relato del caso que lo implica, dando fechas y momentos claves, como el debate de control político que en su contra hizo el senador Iván Cepeda Castro.
En el inicio de su intervención, desde la sede del Centro Democrático, en el barrio Chapinero de Bogotá, comentó que el magistrado que lo indagó durante toda la mañana y la tarde de este martes, César Reyes, "procedió en cumplimiento de su deber (…) Una cosa es que pensemos en reformas a la justicia y otra que desafiemos las instituciones", señaló. Sin embargo, a través de su extenso discurso dejó ver asunto claves dentro del proceso y opiniones puntuales sobre el asunto.
Distancia del abogado Diego Cadena
El expresidente comentó que hasta ahora se había enterado, por las diligencias, que el abogado Diego Cadena, su apoderado en varios procesos, le había dado dinero al testigo Carlos Enrique Vélez y que todo fue sin consultarlo con él. “Me vine a enterar en las últimas semanas, diez meses después de una declaración del testigo Carlos Enrique Vélez, que le había dado $2 millones por razones humanitarias. Fue a decírmelo a mi oficina y le dije: ‘hombre, doctor Diego, si me hubiese consultado, le digo que de ninguna manera. Terminantemente no’”.
Según Uribe, en las diligencias judiciales posteriores se señaló que no eran dos millones sino siete, y que el testigo afirmó que lo habían comprado para “decir una mentira a favor de Álvaro Uribe”. El senador dijo que, sobre ese asunto, le pidió al magistrado de la sala de instrucción de la Corte Suprema que revisara la cuantía y le reiteró que él se había enterado en las últimas semanas.
Las columnas de opinión
En el inicio de la intervención, Uribe aseguró que nunca ha querido desafiar a las instituciones, así se haya pensado desde su partido en una reforma a la justicia.
Cuestionó que hubiese “filtraciones ilegales” a la prensa que salían publicadas en columnas de opinión. “Empezamos a conocer filtraciones ilegales, que la columna del uno, que la columna del otro. Le pregunté al magistrado el porqué de esas filtraciones ilegales y por qué los audios alterados”, dijo el expresidente.
En ese sentido, cuestionó los motivos por los que se le procesa. Relató una anécdota en la que un desmovilizado le contó que le habían hecho ofertas para declarar en contra de él y su hermano Santiago Uribe Vélez. Expresa que intentó comunicarse con la oficina del abogado Jaime Granado y, cuando lo logró, les comentó a empleados del abogado que esa situación la debía conocer la Corte. “Todo documento que se recogía se llevaba a la Corte, mi única obsesión era la verdad. Cuánto me duele que me llamen a una indagatoria, acusándome de que lo que quería con esas pruebas que enviaba era inducirla en un error y que era fraude procesal”, anotó Uribe.
“Cuánto me duele que de la Corte saliera el rumor de que el magistrado Luis Hernández decía que ya tenían agarrado a Uribe y que tenía que preparar la boleta de medida de aseguramiento. Acá el tema no es contra la institución, sino el proceder de los individuos”, dijo Uribe. Luis Hernández fue uno de los magistrados que firmó el auto mediante el cual se compulsaron copias en contra del senador, una decisión de la Sala Penal de la Corte que derivó en este proceso.
La indagatoria de Álvaro Hernán Prada"
Uribe señaló que, en todo el asunto, también se dijo que estaba en llave con el representante a la Cámara, Álvaro Hernán Prada, “para que ayudara a desacreditar a un testigo”. “A Álvaro Hernán Prada lo buscan, como intentaron llegarles a otras personas. Yo encuentro una llamada en el teléfono de Prada. No tengo sino un teléfono de él, y le retorno y me dice que hay un testigo Monsalve que acusa a mi hermano y a mí”, comenta el exmandatario.
De acuerdo con Uribe, lo que le dice Prada es que Monsalve “quiere contar la verdad, dijo una mentira, que la acusación es falsa”. “Me duele que aquí afecten a Álvaro Hernán Prada, lo único que hizo fue, de buena fe, decirme esto (…) La buena noticia que tengo, y que me da un descanso, es que llamaron de la Corte a Álvaro Hernán Prada a decirle que aplazaban la diligencia de indagatoria de él. Ojalá la revoquen”.
Según el cronograma del alto tribunal, el 9 de octubre el representante era el siguiente en rendir indagatoria. Sin embargo, luego de escuchar al senador Uribe, el magistrado Reyes anunció el aplazamiento de la cita con Prada y, hasta el momento, no a informado de una nueva fecha.
La neutralidad del magistrado
Uribe destacó la neutralidad del magistrado César Reyes, el ponente del caso. “El señor magistrado que condujo hoy la indagatoria procedió en cumplimiento de su deber. No tengo queja y él debió notar mi respeto a la justicia y mi afán por la verdad”.
Ese elemento también lo destacó una fuente que estuvo en la diligencia judicial, al señalar que el procedimiento fue de pregunta-respuesta y el magistrado demostró neutralidad en la indagatoria al expresidente.
Santos propició el debate sobre paramilitarismo
Uribe se refirió al debate sobre paramilitarismo que Iván Cepeda realizó en 2014 y que, según él, fue impuesto por el entonces presidente Juan Manuel Santos. “Mi acusador hace una campaña ampliamente publicitada en los medios de comunicación de que haría un debate y lo hizo. El presidente del Senado de la época me dijo que ellos no querían hacerme ese debate, que era un debate de un senador a otro, pero que se los había impuesto el entonces presidente de la República. Y como no actúan de frente, solapadamente, las disculpas que han sacado a través de ese medio que han mantenido cautivo es que un partido político, en que influía mucho el presidente anterior, votó contra el debate. Sí, en una primera oportunidad, pero después encontraron el ardid para hacerlo en la Comisión de Relaciones Internacionales y lo llevaron a la plenaria. Hicieron un debate contra mi honra”.
"Nunca pensé que la defensa del honor, en mi amor a Colombia (…) me creara estas dificultades judiciales", dijo el expresidente.