A 3 años del inicio de la pandemia, el Congreso de EEUU desclasificará documentos sobre el origen del Covid-19. Se trata de un debate que podría desatar una crisis geopolítica.
El Político
El régimen chino, como era de esperarse, reacción ante los anuncios de EEUU. La portavoz de la cancillería china Mao Ning rechazó la tesis de que Pekín haya manipulado el origen del virus de la Covid-19, como acusó en fecha reciente un funcionario estadounidense.
Mao recalcó que el rastreo de los orígenes del virus es una cuestión científica y no debe politizarse. Recordó la participación activa y el apoyo brindado por China en el rastreo global de los orígenes del Covid-19.
El director del Buró Federal de Investigación (FBI), Christopher Wray, dijo que el régimen chino ha hecho todo lo posible para tratar de frustrar y ofuscar los intentos de esclarecer las causas de la pandemia.
La portavoz china calificó los datos del FBI sobre la supuesta fuga del virus de un laboratorio en la ciudad de Wuhan como manipulación política.
“Las partes en cuestión deberían dejar de repetir la narrativa de la “fuga de laboratorio”, abstenerse de difamar a China y dejar de politizar el tema de rastreo de orígenes”.
The US should stop intelligence-led and politics-driven origins-tracing of COVID-19. pic.twitter.com/ZpWaK4JGoX
— Spokesperson发言人办公室 (@MFA_China) March 1, 2023
¿Por qué es importante?
La historia que ahora puede condicionar los equilibrios geopolíticos pasa por la estrategia de demócratas y republicanos en EEUU, de apuntalar la teoría de que este virus que cambió la historia del mundo tuvo su origen en el Instituto de Virología de Wuhan y no en la desafortunada coincidencia entre un murciélago, un pangolín y un ser humano.
La versión informada por China, aceptada por la OMS y popularizada entre la opinión pública mundial, habla de ese traspaso entre especies, con lo que se ha dejado la hipótesis de la filtración desde un laboratorio como una teoría de la conspiración.
En contexto
Hace tres años la Organización Mundial de la Salud declaró oficialmente que el mundo enfrentaba la pandemia del SARS-CoV2.
Después de que el número de casos fuera de China, donde se originó, se multiplicara por 13 en dos semanas y en ese periodo los países afectados se triplicaran, la OMS elevó las alarmas.
El primer caso oficialmente reconocido de este virus bautizado como Covid-19 fue informado por las autoridades chinas a principios de diciembre del 2019 y desde ese entonces se ha mantenido la versión de que fue un contagio de animal a humano que se dio en el mercado de mariscos del sur Wuhan, capital de la provincia central de Hubei, reportó ElEconomista.
El primer caso fuera de China se registró en Japón a principios de enero del 2020, en ese mismo mes se documentaron los primeros casos en Estados Unidos y en Europa.
No obstante, el Congreso estadounidense aprobó recientemente un proyecto de ley para desclasificar la información relativa al origen del Covid-19, reseño Antena 3.
Sin embargo, apenas este viernes pasado, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos votó de manera unánime para que se haga pública la información de los servicios de inteligencia respecto al origen de este coronavirus.
Esta ley aprobada por 419 representantes ya había recibido el visto bueno en el Senado, que fue la cámara de origen, y ahora da tres meses para que se desclasifique esa información y se haga pública.
En dicha iniciativa se apunta a que hay razones para creer que la pandemia se originó en un laboratorio del Instituto de Virología de Wuhan (China).
Lo que se quiere conseguir con este proyecto de ley es que tanto Estados Unidos como el resto de países puedan identificar lo que sucedió "lo antes posible" para evitar que pueda volver a suceder en un futuro.
A día de hoy solo es necesaria la firma del presidente Joe Biden para que la ley salga definitivamente adelante y el objetivo es que se desclasifique como tarde 90 días después de la promulgación.
Por otra parte, también se buscan datos concretos e información de los investigadores que enfermaron antes de la pandemia.
Una actualización de un informe que el Departamento de Energía elaboró en 2021 viene a concluir justamente eso: el virus que provocó la pandemia de COVID-19 “probablemente surgió de una fuga de laboratorio”, pero no como parte de un programa de armas chino.
El informe está clasificado y su revisión corresponde a la oficina del director de Inteligencia Nacional, Avril Haines. Pero a este documento ha tenido acceso The Wall Street Journal.
Según el informe actualizado de Energía, la nueva evidencia de que el coronavirus salió de un laboratorio sería significativa a pesar de que, como dice el texto, la agencia emitió su juicio con “baja confianza”.
Por otra parte, un equipo de expertos de la OMS viajó hasta Wuhan para investigar el origen del coronavirus. Visitaron el mercado de Huanan, donde se produjo el primer contagio conocido y también el Instituto de Virología de Wuhan.
La Organización Mundial de la Salud declaró entonces que es "extremadamente improbable que explique la introducción del virus en la población humana y, por tanto, no es una hipótesis que implique futuros estudios para apoyar nuestro trabajo de comprensión del origen del virus".
Entre líneas
A lo largo de estos tres años se han tejido historias de éxito y fracaso en el manejo de la emergencia.
Ahí está Japón con una de las tasas más bajas de mortalidad por el SARS-CoV2, con menos de 70,000 muertes registradas. Aunque con la realidad que hoy enfrentan repuntes en los decesos por la baja inmunidad de su población.
Estados Unidos, con una de las tasas más altas de mortalidad, desplegó todo su poder económico para salir rápidamente de la recesión que provocó el confinamiento por la enfermedad.
Mientras que México contó una de las peores historias de respuesta oficial ante la enfermedad y la crisis económica.
Con una cantidad indeterminada de personas muertas por el virus, pero que superaría los 600,000 decesos y con una de las caídas del Producto Interno Bruto más pronunciadas del mundo, por la falta de respaldo gubernamental a su gente.
México tendrá que esperar otros tiempos políticos para poder contar la historia de su fracaso como país en el manejo de esta crisis sanitaria y económica global.
En resumen
La reacción china ante este proceso político en EEUU ha sido furibunda y amenaza con escalar una separación diplomática que de hecho ya está en proceso y que hoy pasa por las enormes diferencias comerciales, políticas y militares.
Con este frente abierto necesariamente tiene que suceder algo para esclarecer el origen de la enfermedad.
Pero, en el camino, las respuestas pueden provocar más estragos a los ya vividos en estos tres años de pandemia.
La onda expansiva provocada por el ascenso del número de infectados por el coronavirus en distintos países motivó una relectura de las históricas relaciones entre “Oriente” y “Occidente”.
En este sentido, el mal “importado” desde China impactó en Europa, soslayando a nivel mediático el desastre sanitario ocasionado en Oriente Medio y, sobre todo, en Irán.
Estados Unidos y América Latina se convirtieron luego en el centro de la escena, una vez que el virus había impactado en Europa Occidental y, especialmente, en Italia, España y Reino Unido.
La pandemia causada por el COVID-19 es uno de los más importantes retos a los que nos hemos enfrentado durante nuestra vida. Va más allá de cualquier crisis humanitaria, con severas consecuencias en materia de salud y socioeconómicas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), con su personal compuesto por miles de personas, se encuentra en la línea de fuego al frente de esta crisis apoyando a los Estados miembros y sus sociedades; especialmente a las poblaciones más vulnerables, guiándolas, entrenándolas, con equipo y con servicios específicos para salvar vidas, al tiempo que combaten el virus.