Un reciente informe del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) ha arrojado luz sobre la trayectoria laboral de Walter de Jesús Rodríguez Pérez, vinculado al trágico caso del teniente Ronald Ojeda.
El Político
El IVSS, equivalente estatal al sistema de AFP chileno, ha revelado que Rodríguez Pérez desempeñó un papel en el “GE despacho del gobernador” durante siete semanas entre abril y mayo de 2015. Sin embargo, el informe no especifica su remuneración ni sus funciones exactas.
Este hallazgo cobra relevancia debido a la identificación del número de empleador A29908010, que se corresponde con el entonces gobernador del estado de Aragua.
En ese momento, el abogado Tareck El Aissami, exnúmero 3 del chavismo, actualmente profugo de la justicia por acusaciones de lavado dinero, ocupaba dicho cargo. El Aissami, quien renunció en marzo de 2023 como ministro del petróleo y vicepresidente sectorial de economía, se encuentra en el centro de un escándalo de corrupción.
El contexto de este descubrimiento es el secuestro con homicidio del teniente Ojeda, cuyo cuerpo fue encontrado en una maleta, cubierto de cemento, en un campamento de Maipú.
Este brutal crimen ha conmocionado al país y plantea interrogantes sobre posibles motivaciones políticas detrás del acto. La esposa del exteniente, tras una visita al Servicio Médico Legal, ha ratificado la identidad del cuerpo como la de Ronald Ojeda.
Este caso sigue siendo objeto de investigación, y la conexión de Walter de Jesús Rodríguez Pérez con el régimen de Nicolás Maduro añade un nuevo giro a una historia ya trágica y compleja.
Sobre el secuestro de Ronald Ojeda
El fiscal nacional chileno, Ángel Valencia, plantea preguntas cruciales sobre el propósito detrás del crimen: ¿fue simplemente un asesinato o se buscaba enviar una señal?
La hipótesis de una justificación política la cual involucre directamente al régimen venezolano, dada la calidad de disidente de Ojeda, está bajo escrutinio.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 21 de febrero. Tres encapuchados, vestidos con ropas tácticas de la PDI, sacaron al teniente de su departamento en un edificio de Independencia. Las cámaras de seguridad capturaron el momento en que lo escoltaban por el pasillo del piso 14 a las 03:09 a.m., con las manos atadas y en ropa interior.
La esposa de la víctima confirmó a las autoridades que los secuestradores tenían acentos venezolanos, corroborado por vecinos que escucharon los acontecimientos.
A las 03:11 a.m., dos de los falsos policías abordaron un Nissan Versa gris con una baliza azul en el estacionamiento del edificio. Llevaban consigo dos teléfonos celulares pertenecientes al teniente. Aunque los equipos fueron destruidos y arrojados en la Costanera Norte, una huella dactilar parcial fue recuperada.
Esta huella se vincula a Walter de Jesús Rodríguez Pérez, presunto líder operativo del secuestro, cuya conexión con el régimen de Nicolás Maduro añade mayor sospecha y alarma internacional.
Las cámaras de seguridad del ascensor mostraron a uno de los falsos policías manipulando los teléfonos sin guantes, situando a Rodríguez Pérez en la escena del crimen. Los investigadores temen que ambos sospechosos, incluido un adolescente de 17 años, hayan escapado del país.
Este último niega su participación y ha sido internado provisionalmente.
El caso sigue siendo objeto de investigación, y la brutalidad del crimen y su posible móvil político mantienen a la sociedad en vilo.