El tema de la crisis venezolana ya lleva tiempo retumbando a nivel nacional e internacional. La escasez de alimentos y medicamentos recrudece, ocasionando desnutrición y la muerte de cientos de ciudadanos. Pero esto no es tomado en cuenta por el Gobierno, quien se ha encargado de ignorar los hechos y culpar a terceros.
BBC: La arriesgada travesía de los balseros que huyen de Venezuela
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En reiteradas oportunidades, tanto dirigentes opositores como la comunidad internacional, han dejado en claro que Venezuela requiere con urgencia una ayuda humanitaria, que permita el ingreso de medicamentos y alimentos al país. Pero el Gobierno, quien conoce perfectamente todos los padecimientos de los ciudadanos, se niega aceptar que Venezuela está en emergencia.
Ni el mismo Maduro se ha dignado aceptar que la crisis alimentaria y de salud son a raíz de sus nefastas políticas. Lo único en que ha dispuesto su tiempo es a culpar a la oposición, el imperio, la guerra económica y otros factores (que nada tienen que ver con la crisis del país).
“Nada de ayuda”
El mismo constituyente Diosdado Cabello dejó en claro este miércoles, que Venezuela no tendrá ningún canal humanitario, pues a su juicio el problema de salud del país es culpa de la oposición, quiénes han pedido “sanciones y bloqueos”.
“Hay hechos claros que desde Colombia no dejan pasar la medicina a Venezuela(…) Ahora la moda es ayuda humanitaria, nosotros no pedimos que nos den nada, exigimos que nos quiten los bloqueos para poder comprarlo”, afirmó el oficialista a quien no le interesó las muertes que se han suscitado en los últimos días por falta de insumos y medicamentos.
Este comentario se une a la de una abogada servidora del madurismo identificada como Haidelys Guerrero, quien se dignó a cuestionar la muerte de los pacientes renales, alegando “indirectamente” que era su culpa por comer “alimentos transgenicos producidos en el imperio para que dañen su organismo, que indudablemente le cuesta dinero al pueblo revolucionario”.
Mientras los integrantes del régimen se dan la buena vida de reyes y disfrutan placenteramente comida y medicinas (en caso de necesitarlas), el pueblo venezolano padece de hambre y muere a la espera de respuestas. Sin embargo, pese a las reiteradas negativas del Gobierno se abrir un canal humanitario, a los venezolanos solo les queda encomendarse a Dios para seguir “sobreviviendo”.
Con información de Venezuela Al Día