Un informe secreto de 87 páginas esbozaba en un lenguaje práctico la amenaza que suponía la campaña de negación electoral de Donald Trump, semanas antes de las elecciones de 2020.
El Político
El documento privado -de cuya existencia no se ha informado antes- pronosticaba con escalofriante seguridad la probabilidad de violencia durante el relevo presidencial y proponía un conjunto de reformas políticas de gran alcance para frustrar el trumpismo en el futuro.
Dicho informe llevaba un título sencillo: Plan D.
Informe secreto al descubierto
El Plan D era el cuarto de varios estudios organizados por un opaco grupo de defensa, conocido como Hub, para prepararse para las depredaciones de la era Trump, reportó Politico.
El Hub es conocido en Washington por sus sofisticadas intervenciones de dinero oscuro en la política electoral. Durante la campaña de 2020, también reunió a estrategas, abogados y activistas para elaborar planes para un tipo diferente de conflicto.
Dicho informe es un artefacto de una época peligrosa: Advirtiendo que Trump seguramente no concedería la derrota a Joe Biden, aconsejaba a los oponentes de Trump "asumir lo peor".
Les instaba a prepararse para una lucha no solo con el presidente, sino también con "instituciones controladas o influenciadas por el Partido Republicano, incluidos los tribunales." El documento pronosticaba "actividades de la milicia y de la supremacía blanca hasta la toma de posesión y, muy probablemente, una actividad acelerada en los primeros meses del gobierno de Biden".
Llamado Plan D
El Plan D es una lectura aleccionadora incluso hoy en día. Es un catálogo de los defectos del proceso electoral y de la cultura política de Estados Unidos que lo hicieron vulnerable a un demagogo desenfrenado, defectos que algunos demócratas querían solucionar con medidas drásticas.
En caso de que Biden perdiera por un estrecho margen, decía el informe, "capas de estructuras e intervenciones ilegítimas habrán contribuido a ello". Concluía con una advertencia contra la complacencia, incluso si Trump fuera derrotado.
"Una victoria de Biden no probará que nuestra democracia está sana", argumentaba el documento, y continuaba: "Ganemos, perdamos o empatemos, debemos percibirnos no en un momento singular de crisis, sino más bien en lo que puede ser una era de desafío existencial para la democracia estadounidense".
Informe detalla’plan de batalla’
El Plan D no era un juego. Fue concebido como un plan de batalla. Revisando el informe años después, es imposible no sorprenderse por el sentido de urgencia del texto – y la rapidez con la que la impaciente demanda de un cambio fundamental en la política estadounidense se ha disipado entre la mayoría de los demócratas.
Un grupo que estaba detrás del Plan D consideraba que una reforma profunda del sistema político era un imperativo de supervivencia para los demócratas.
Si el partido controlaba el gobierno después de 2020, decía el informe, los demócratas debían tratarlo como una "oportunidad fugaz de una vez en una generación (o quizá de toda la vida)" para revisar el sistema político. Entre los objetivos de esa revisión propuesta: un Senado sesgado hacia los estados rojos rurales, un Tribunal Supremo repleto de nombramientos de derechas y un Colegio Electoral que anuló el voto popular dos veces en dos décadas.