La Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos tiene una orden: acabar con la inflación. Eso lo sabe su presidente, Jerome Powell, y está aplicando medidas para lograrlo.
Mario Beroes/El Político
Sin embargo, dicha decisión, es como los remedios, amargo y difícil de asumir. El aumento de las tasas de interés está causando estragos en otros países, al hacer subir los precios, aumentar el tamaño de los pagos de la deuda e incrementar el riesgo de una profunda recesión, según detalla el Banco Mundial.
Estos aumentos interés inflan el valor del dólar, que es la moneda de referencia para el comercio mundial, También provoca inestabilidad económica tanto en los países ricos como en los pobres.
El mandato de la Reserva Federal es velar por la economía estadounidense, pero economistas y responsables de política entrevistados por medios de comunicación, sostienen que la Fed debería prestar más atención a las consecuencias que sus decisiones tienen en el resto del mundo.
En 1998, Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal durante cinco mandatos, argumentó que “no es creíble que Estados Unidos pueda seguir siendo un oasis de prosperidad que no se vea afectado por un mundo que está experimentando una gran tensión”.
Estados Unidos se enfrenta ahora a una economía en desaceleración, pero el dilema esencial es el mismo.
Europa y Asia golpeadas por el dólar
En el "viejo continente" la subida del dólar está contribuyendo al incremento inflacionario, y el euro no pareciera poder contener a su rival yankee.
Y ahora, el valor del dólar comparado con otras monedas importantes como el yen japonés ha alcanzado el máximo de las últimas décadas.
El euro, empleado por 19 naciones de toda Europa, alcanzó la paridad 1 a 1 con el dólar en junio por primera vez desde 2002.
El dólar también se está imponiendo frente a otras monedas, como el real brasileño, el won surcoreano y el dinar tunecino.
Dólar moneda de reserva mundial
Es un hecho que las decisiones de política económica asumidas en Washington suelen tener una amplia repercusión.
Estados Unidos es una superpotencia con la mayor economía del mundo y grandes reservas de petróleo y gas natural.
Pero, cuando se trata de las finanzas y el comercio mundial, su influencia es descomunal.
El dólar es la moneda de reserva del mundo, la que las empresas multinacionales y las instituciones financieras, independientemente de dónde se encuentren, utilizan con más frecuencia para fijar el precio de los productos y pagar las cuentas.
La energía y los alimentos suelen cotizarse en dólares al comprarse y venderse en el mercado mundial. Lo mismo ocurre con gran parte de la deuda de los países en desarrollo.
Según un estudio del Fondo Monetario Internacional, aproximadamente el 40% de las transacciones mundiales se realizan en dólares, sin importar si involucran a Estados Unidos o no.
Pandemia, Invasión a Ucrania…¿qué más?
Una de las razones es la serie de crisis que han sacudido el mundo, como la pandemia de coronavirus, los atascos en la cadena de suministro, la invasión rusa a Ucrania y la serie de desastres climáticos que han puesto en peligro el suministro mundial de alimentos y energía.
En un mundo angustiado, el dólar ha sido tradicionalmente un símbolo de estabilidad y seguridad. Cuanto peor van las cosas, más se compran dólares. Además, las perspectivas económicas en Estados Unidos, por muy turbias que sean, siguen siendo mejores que en la mayoría de las demás regiones.