El recuento definitivo confirmó ayer el triunfo electoral del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que se impuso al centrista Beny Gantz, pero cuyo bloque derechista-religioso no alcanza la mayoría para crear gobierno, lo que no garantiza el desbloqueo político en el país.
El Político
El Likud de Netanyahu logra finalmente 36 escaños, por encima de la coalición centrista Azul y Blanco de su principal rival Gantz que obtiene 33, una diferencia mayor que en los comicios de septiembre en los que el centrista se impuso por un escaño.
El aumento de la participación, hasta el 71%, propició que casi todos los partidos aumentaran sus votos, excepto las formaciones ultraderechistas Yamina e Israel Nuestro Hogar.
En tercer lugar, aparece la Lista Unida árabe con 15 legisladores. Mientras que el partido ultraortodoxo sefaradí Shas emerge en el cuarto puesto con 9 escaños.
El partido ultraortodoxo askenazí Judaísmo Unido de la Torá (Iahadut Hatorá), la alianza de izquierda Laborismo-Gesher-Meretz y el partido nacionalista secular Israel Beitenu (Israel Nuestro Hogar) de Avigdor Liberman, recibieron 7 escaños cada uno.
Mientras que la unión de partidos religiosos nacionalistas Yamina finalizó en el último lugar con seis diputados.
El bloque de derecha logra reunir un total de 58 escaños, es decir tres menos de los 61 que precisa para formar el gobierno (La Knéset [Parlamento israelí] está compuesta por un total de 120 diputados).
Fuente: Israelinternacional