Este martes Barack Obama dará su último discurso como presidente de los Estados Unidos en Chicago, ciudad donde declaró su victoria en el año 2008 y luego en el 2012.
De acuerdo con fragmentos del discurso adelantados por la Casa Blanca, Obama se referirá a su experiencia personal de joven abogado y profesor en Chicago, la ciudad donde comenzó –y ahora despide– su carrera política, en la definición de su visión del país.
"Es aquí donde aprendí que los cambios solamente ocurren cuando la gente común participa, se compromete y se une para pedirlo", dirá Barack Obama de acuerdo al adelanto de su discurso de despedida luego de ocho años al frente del gobierno.
Asimismo, dirá a los estadounidenses que "después de ocho años como presidente, aún creo" en el aprendizaje que adquirió como organizador comunitario en barrios precarios de Chicago.
Este último viaje de Obama en el avión Air Force One será una peregrinación a la ciudad que lo adoptó, donde aceptó la presidencia hace ocho años y desde donde se dirigirá a una multitud que agotó las entradas.
Los más fanáticos, muchos afroestadounidenses, desafiaron el gélido invierno de Chicago para recoger entradas gratuitas que ahora se venden por más de 1.000 dólares en el sitio Craigslist.
La primera dama, Michelle Obama; el vicepresidente, Joe Biden; y su esposa, Jill, estarán presentes en esta despedida.
El viaje a Chicago de Barack Obama no es sólo por la nostalgia, precisó Keenan.
"El hilo que siguió a lo largo de su carrera, desde sus días como coordinador comunitario hasta el Salón Oval, es la idea de que si reúnes a gente común y les provees educación, las fortaleces, y les permites actuar en algo, las cosas buenas suceden", explicó.
"Quisimos que él, alguien que empezó como coordinador comunitario, cuya campaña fue fortalecida por gente joven y común, volviera a Chicago", agregó.
La travesía nacional de Obama será un recorrido sentimental por el camino de la memoria, aunque dañado por la tumultuosa entrega del poder al republicano Donald Trump, en las antípodas ideológicas del presidente demócrata.
El millonario destrozó convenciones, prometió borrar el legado de Obama y lanzó insultos personales para todos lados.
Con la pérdida de la Casa Blanca y de la mayoría en el Senado y la Cámara de Representantes, los demócratas se esfuerzan por reagruparse, y Obama, que reúne una aprobación de 55%, espera unirlos para las nuevas batallas que vendrán.
A partir de ahora, también será la ciudad donde la trayectoria presidencial de Barack Obama llega a su fin.
Con información de El Comercio de Perú